Mis artículos

 

La Diosa Astrate en la Biblia



Astarté (en fenicio 𐤀𐤔𐤕𐤓𐤕‏ [ʻštrt],ʻAshtart) es la asimilación fenicia de una diosa mesopotámica que los sumerios conocían como Inanna los acadios como Ishtar y los israelitas Astarot (Asera o Ashêrâh).


Representaba el culto a la madre naturaleza, a la vida y a la fertilidad, así como la exaltación del amor y los placeres carnales. Con el tiempo se tornó en diosa de la guerra y recibía cultos sanguinarios de sus devotos. Se la solía representar desnuda o apenas cubierta con velos, de pie sobre un león.

Astarte es cognada en nombre, origen y funciones con la diosa Ishtar de los textos de la Mesopotamia. Otra transliteración es ’Ashtart.

En griego Astarte (Αστάρτη, Astártē) En la mitología griega, Astarte se corresponde en parte con la diosa Afrodita y en parte con Deméter.

En hebreo se llamaba עשתרת (transliterado Ashtóreth). Astoret es el nombre peyorativo hebreo correspondiente a la diosa cananea y que llegó a ser adorada por los judios, en Samuel 7:3 éste dijo entonces a toda la casa de Israel: «Si ustedes se vuelven al Señor de todo corazón, dejen de lado a los dioses extraños y a las Astartés que hay en medio de ustedes; dirijan sus corazones hacia el Señor y sírvanlo sólo a él. Así el Señor los librará del poder de los filisteos».. En la Biblia hebrea a menudo se la presenta como el complemento femenino del dios El (Baales) (Jue 2.13; 10.6; 1 S 7.3, 4; 12.10) y se la conoce también con el nombre de Asera o Ashêrâh (Jue 6.25; 1 R 18.19). Como su culto se basaba en la prostitución (tanto masculina como femenina), se cree que el nombre Astoret es una forma hebrea del nombre semítico Astarte modificado por los Hebreos con las vocales de la palabra bōshet (‘abominación’).
Su nombre suele encontrarse en el Antiguo Testamento en la forma plural Ashtaroth.
En ugarítico‘ṯtrt (también ‘Aṯtart o ‘Athtart).
En acadio DAs-tar-tú (también Astártu).
En etrusco Uni-Astre (según las tablillas de Pyrgi).
Astar: diosa de Abisinia (actual Etiopía).
Athar: diosa de la fecundidad y la lluvia en Arabia del sur
Ishtar: diosa de Mesopotamia.
Inanna: diosa sumeria del amor, la naturaleza y la fertilidad.
Todas ellas estaban identificadas invariablemente con el planeta Venus.
De acuerdo con el libro The Early History of God, Astarte sería la encarnación correspondiente a la Edad de Hierro (después del 1200 a. C.) de la diosa Ashera, de la Edad de Bronce (antes del 1200 a. C.).
Astarté/Anat es con Ashera la diosa más importante de la tradición israelita y una de las figuras más significativas de la mitología semita, que ha tenido un gran influjo en la religiosidad de todo el oriente (está vinculada con Ishtar/Attargatis e incluso en Afrodita). En algunos momentos, Astarté puede identificarse con Ashera y así aparece relacionada con Baal, en la ordalía del Carmelo (donde se habla de profetas de Baal y Ashera: cf. 1 Rey 18). Pero, en principio, Ashera y Astarté son diferentes.
Ashera es la Gran Madre y su pareja es Ilu/Elohim/Allah (el Dios primigenio y engendrador).

Astarté es, en cambio, la “Diosa activa” (fundadora del orden social) y por eso suele estar asociada con Baal, como indicaré en tres momentos. (a) Entorno semita, Ishtar, la gran diosa semita. (b) Trasfondo palestino, Anat. (c) Presencia bíblica: Astarté.

Ishtar/Anat es una diosa del Adviento para judíos y c ristrianos. Ella no es signo total de Dios, pero nos indica un camino que podemos seguir…, un camino de integración cósmica y de sábiduría (imagen inferior), un amino de comporomiso y de lucha a favor de la vida (que es Balo), tal como aparece en la imagen superior.La llegada del Dios bíblico está precedida por la imagen de la diosa que vence a los poderes del caos y que ofrece la saiduría superior a sus devotos.

a. Entorno semita: Isthar[1].
Es la diosa central del panteón de Mesopotamia, la expresión más alta de la divinidad en el oriente antiguo, uno de los símbolos femeninos más importantes de la historia de las religiones. Ella aparece en varios pueblos del antiguo oriente, en diversas formas,especialmente en Babilonia donde se distingue como signo de armonía femenina en la que todos (hombres y mujeres) pueden integrarse. De esa forma actúa a modo de contrapeso de Marduk, Señor violento y guerrero, que tiende a dominar sobre dioses y hombres, imponiendo su supremacía por la guerra.
Ishtar (Ashtarté) es femenina, pero tiende a presentarse como diosa total y así aparece con funciones y poderes más extensos que los vinculados a los dioses masculinos. Ella conserva todavía rasgos de gran madre y recuerda, al mismo tiempo, el lado acogedor y creativo de la vida. Es signo de luz, pero también la vemos vinculada a los rasgos más oscuros de la noche.
(1) Es Venus, lucero matutino, amor como principio de la vida, la fuerza creadora que penetra y lo produce todo.

(2) Es Marte, estrella vespertina que se esconde en las regiones inferiores, como principio de muerte que amenaza, para convertirse nuevamente, cada día, en amor que vuelve. (3)
Ella es, en fin, el signo del orden de la tierra, apareciendo como garantía de un amor que lo vincula y lo sostiene todo[2]. Así aparece vinculada al cielo y al infierno, al nacimiento y a la destrucción, a la maternidad y al crecimiento de los seres, como indica su himno:
Alabada sea Ishtar, la más temible de las diosas.
Reverénciese a la reina de las mujeres…
henchida de vitalidad, encanto y voluptuosida
De labios es dulce, hay vida en su boca…
Es gloriosa; hay velos echados sobre su cabeza.
Su cuerpo es bello, sus ojos brillantes.
Es la diosa: ¡en ella hay consejo
El hado de todo tiene ella en su mano.
A su mirada se crea la alegría.
Es poder, magnificencia, deidad protectora y espíritu guardián…
Fuertes, exaltados, espléndidos son sus decretos.
Se la busca entre los dioses: extraordinaria es su categoría.
Respetada es su palabra: es suprema ente los dioses.
Ishtar entre los dioses: extraordinaria es su categoría…
(Sabiduría A. Oriente, Barcelona 1967.274-274)
Es la diosa total, que simboliza, sostiene y desvela los tres aspectos fundamentales de vida-amor, orden social y muerte, que aparecen así como expresiones de un mismo principio divino, como formas de un mismo fondo original sagrado. Frente a la lógica masculina de tipo más racionalista o unilateral (que actúa por exclusión y violencia) se eleva aquí la lógica de la totalidad femenina. El Dios patriarcalista de tipo masculino tiende a imponerse por medio de exclusiones, como Marduk, que mata a su madre (Tiamat) para reinar en su lugar, pero de forma impositiva. En contra de eso, Isthar vincula los diversos aspectos de la vida; no actúa por exclusiones e imposiciones, sino por inclusiones; en su divinidad pueden vincularse todos.
2. Diosa cananea: Astarté/Anaty Ba’lu/Baal)
Que nosotros sepamos, la religión cananea no ha desarrollado la figura de Ishtar como en Babilonia, pero en su lugar aparece Anat/Astarté, que cumple una función importante, al lado de Baal, hijo de Ilul y Ashera, un Dios poderoso que ha vencido al caos del abismo (representado por el mar) y que garantiza desde su palacio superior la estabilidad y la vida en el mundo.
Baal tiene el poder del cielo y la tormenta, es fuente de fecundidad y vida, Señor del universo. Pero su dominio se encuentra amenazado por Môtu, la muerte (pues su dominio no le sitúa fuera del espacio de la vida, sino dentro de ella); por eso, para superar la muerte y retornar de nuevo a la existencia necesita la ayuda de su pareja Anat/Astarté (su hermana/amante).
Ba’lu/Baal (¡el Señor!) es un dios paradójico: parece tener un poder aparatoso sobre el cielo y así lo muestra a través del rayo y la tormenta, fecundando la tierra; pero, al mismo tiempo, muere cada año, cayendo bajo dominio de Môtu, en los espacios inferiores de la misma tierra (como signo del ciclo de vegetación anual). Es un dios cambiante, vencedor y vencido, destructor y destruido. Por sí sólo no puede mantenerse, pero le sostiene su hermana/amante, ‘Anatu, que así aparece como principio de poder y de estabilidad sagrada.
Mientras el Dios varón varía (muere y resucita, domina y es dominado), la Diosa se mantiene firme y permanece como signo de estabilidad por encima de los cambios de la vida y de la muerte. Ambos son dioses de la realidad concreta en la que varón y mujer se unen para expandir la vida, asumiendo y superando así la muerte, en un proceso dramático, reflejado por el mito religioso.Pero vengamos al mito. Ba’lu ha vencido al Mar, ha destruido a Lôtanu (Leviatán), la serpiente tortuosa del caos primigenio (cf. Sal 74, 14; 94, 26; Is 27, 1; Ez 29, 3-5; Job 41), pero no puede superar a Môtu, la muerte (cf. KTU 1.5.I,24-30) y así dice, cuando cae derrotado:
«Mensaje de Ba’lu, el victorioso, palabra del héroe poderoso: ¡Salve, oh divino Môtu, siervo tuyo soy para siempre!» (KTU 1.5.II, 10-11).
Ba’lu, señor de las nubes, dueño del agua, se convierte de esa forma en siervo (‘bd) de Môtu, bajando a la morada inferior de la tierra (1.5.V, 15).Pero él no ha muerto del todoporque antes de bajar al fondo de la tierra ha dejado en ella su semen de vida:
Ba’lu, el Victorioso, amó a una Novilla en la Tierra de la enfermedad, a una vaca en los campos de la Orilla de la mortandad. Yació con ella setenta y siete veces, la montó ochenta y ocho; y ella concibió y parió a un muchacho» (1.5.V, 17-21).
Éste es Ba’lu, el Dios Toro (recordemos la escena israelita del Becerro de Oro en Ex 32), que, antes de bajar al abismo, fecunda a la novilla sagrada (‘Anatu, su hermana/amante), signo de la tierra que acoge la vida de su esposo. De esa forma, a través de un ciclo de generación, se vinculan vida y muerte, en un proceso en el que la misma divinidad se encuentra inmersa en el ciclo cósmico.
Lógicamente, la muerte de Ba’lu se convierte en principio de una intensa liturgia de duelo:«¡Ha perecido Ba’lu! ¡Qué será del pueblo? ¡Está muerto el hijo de Daganu (=de Ilu)! ¿Qué será de la multitud? ¡En pos de Ba’lu hemos de bajar a la tierra!»(1.6.I, 6-8). Una liturgia de ese tipo aparece en muchas religiones, que hacen al hombre capaz de vincularse al llanto de los dioses. Pues bien, en el centro de esa liturgia de muerte, que se convertirá en principio de vida, destaca la acción ‘Anatu, que se encarga de los ritos funerario.
«(Le tomó en sus hombros), le subió a las cumbres del Safón, le lloró y le sepultó, le puso en las cavernas de los dioses de la tierra» (1.6.I,15-18). Ha muerto Ba’lu y nadie puede ocupar su trono ni reinar en su lugar. Está triste la tierra, postrados los dioses. Sólo ‘Anatu, la Doncella, se mantiene vigilante, después de haberle enterrado en la cueva de la montaña. «Un día y más días pasaron, y ‘Anatu, la Doncella, le buscó. Como el corazón de la vaca por su ternero, como el de la oveja por su cordero, así batía el corazón de ‘Anatu por Ba’lu. Agarró a Môtu por el borde del vestido, por el extremo del manto: alzó su voz y exclamó: ¡Venga, Môtu, dame a mi hermano!» (1,6.II, 4-11).
‘Anatu, tierra amante, mantiene la memoria de Ba’lu, luchando contra Motu «Un día y más pasaron, los días se hicieron meses;‘Anatu la Doncella, le buscó…. Agarró al divino Môtu, con el cuchillo le partió; con el bieldo le bieldó, en el fuego le quemó, con piedras de molienda le trituró, en el campo lo diseminó» (1.6.II, 26-34). Ésta es una clara escena de siega y de trilla. La Virgen ‘Anatu, divina trilladora, corta y aventa, quema y tritura al mismo Môtu, que ahora aparece como la otra cara de Ba’lu, de tal forma que ambos vienen a mostrarse como signo de una misma alternanciade muerte y de vida, de invierno y verano, de nacimiento y muerte.
En este contexto, Ba’lu es signo divino de vida, pero sólo si está unido con ella, su amante/hermana ‘Anatu. Muere el varón, que es signo del agua y del trigo (es la cosecha), perece el triunfador del rayo. Sólo ella está firme y le busca de nuevo, venciendo a la muerte y trayendo a la vida a su hermano/amante. Desde ese fondo se entiende el final del gran drama, que el texto presenta como“sueño” del Dios Ilu, como anuncio de resurrección: «¡Pero está vivo Ba’lu, el Victorioso, está en su ser el Príncipe, Señor de la tierra! Los cielos lluevan aceite, los torrentes fluyan miel! Yo lo sé: está vivo Ba’lu, el Victorioso, está en su ser el Príncipe, Señor de la tierra» (1.6.III, 2-8).
Ha estado seca la gleba, resecos los surcos del sembrado, abandonado el campo, turbado el mar (cf 1.6. IV-V), pero ahora que ‘Anatu ha vencido a Môtu, puede alzarse Ba’lu victorioso, conforme a la visión de Ilu. Junto a la primera pareja de dioses (Ilu/Ashera), que tenía una función básicamente engendradora, viene a desvelarse así esta nueva pareja (Ba’lu y ‘Anatu), una pareja de luchay amor que define el sentido actual del mundo[4].
3. Astarté, una diosa en el entorno de la Biblia.

Como he indicado ya, la figura de Baal ha crecido en importancia a lo largo de los tiempos, de tal forma que en los siglos IX-VIII a. C. vino a presentarse como antagonista principal del Dios Yahvé para los hebreos,mientras El-Ilu casi desaparece de la Biblia, absorbido por Yahvé-Elohim. Pues bien, en el contexto bíblico, al lado de Ba’lu no suele encontrarse ya Astarté (Ashtartu-Anatu), como en los textos de Ugarit, sino la misma Ashera, que asume ahora los rasgos y funciones de Astarté, apareciendo así como la gran diosa femenina abarcadora. Pero Astarté no desaparece del todo, como vemos no sólo por la pervivencia del nombre en diversos toponímicos (cf. Gen 14, 15; Dt 1, 4; Jos 9, 10; 12, 4; 13, 12), sino por la forma en que la Biblia critica su culto. Ciertamente, ella es menos popular, pero tiene también su importancia en la Biblia, donde la encontramos con el nombre de Astarot o Astoret.
a. Astarté aparece en el libro de los Jueces, como causante de la caída e idolatría de los israelitas, que «dejaron a Yahvé, y adoraron a Baal y a Astarot» (Jc 2, 13). «Pero los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Yahvé y sirvieron a los Baales y a Astarot, a los dioses de Siria, a los dioses de Sidón, a los dioses de Moab, a los dioses de los hijos de Amón y a los dioses de los filisteos. Abandonaron a Yahvé y no lo sirvieron» (Jc 10, 6). En el primer pasaje Baal y Astarté forman una pareja, como en los textos de Ugarit. Pero en el segundo Astarté aparece como figura independiente, vinculada a los dioses de los países del entorno.
b. Está relacionada a la memoria de Samuel y su reforma religiosa: «Habló entonces Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro corazón os volvéis a Yahvé, quitad de entre vosotros los dioses ajenos y a Astarot, dedicad vuestro corazón a Yahvé y servidle solo a él, y él os librará de manos de los filisteos. Entonces los hijos de Israel quitaron a los baales y a Astarot, y sirvieron solo a Yahvé » (1 Sam 7, 3-4). Este pasaje, lo mismo que el correspondiente de 1 Sam 12, 10, habla de los baales en general (como poderes divinos de tipo masculino), mientras presenta a Astarté como diosa única. Es evidente que ella ha tenido su importancia en Israel. En ese mismo contexto de lucha contra el baalismo y el culto de Astarté se sitúa la noticia de que los filisteos, tras vencer al rey Saúl (apoyado por Samuel), «pusieron sus armas en el templo de Astarot y colgaron su cuerpo en el muro de Bet-sheán», en la franja filistea de Palestina (1Sam 12, 10); es evidente que ellos consideran a Astarté como la vencedora.
c. Es diosa de los sidonios. En esa línea, y a pesar de los textos que la vinculan a Baal, figura venerada por los israelitas, Astarté aparece en la Biblia más relacionada con los cultos extranjeros y especialmente con la ciudad fenicia de Sidón: «Cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres le inclinaron el corazón tras dioses ajenos… y siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Molok, ídolo abominable de los amonitas… y a Qamós, dios de Moab…» (cf. 1. Rey 11, 5; 5, 33). Lo mismo se dice al evocar la reforma de Josías, que profanó y destruyó los lugares de Salomón había construido en un colina, frente a Jerusalén, en honor de Astoret, «ídolo abominable de los sidonios» y de Molok y Qamós (cf. 2 Rey 3, 11).
Tenemos que decir de Astarté (Ishtar, Anat, Afrodita…) lo mismo que hemos dicho de Ashera: Ella es la figura femenina de Dios y está vinculada a la fertilidad y a la vida, al amor (fraterno/esponsal) y a la victoria sobre la muerte. Significativamente es Baal el que resucita (como lo hará Jesús), pero lo hace de algún modo por impulso de ella. Ella, mujer victoriosa, es el signo de la vida que vence a la muerte, pero sigue integrada en el círculo eterno de la naturaleza, donde todo se repite sin fin, sin que exista algo nuevo, más alto, una verdadera trascendencia, un futuro de salvación, un auténtico “adviento”.Por eso, al final de su camino, tanto el judaísmo como el cristianismo has descubierto y han dicho que Ishtar/Astarté no eran garantía ni signo final de salvación

Breve Historia de los Anabaptistas
El nombre anabaptista o anabautista proviene del idioma griego y se refiere a "rebautizar"1 o "bautizar de nuevo" (ανα- hacer de nuevo y βαπτιζω- bautizar). Dicho nombre les fue impuesto a los anabaptistas por sus detractores, pues los primeros consideran inválido el bautismo infantil. Los anabaptistas abogan por el bautismo de creyentes (de acuerdo con su interpretación de Marcos 16:16), adultos, pues por una parte consideran que los niños son salvos (según Mateo 18:2-4) y por otra parte consideran al bautismo como símbolo de fe, la cual no manifiesta un bebé.
Orígenes
David Joris, uno de los más importantes líderes del anabaptismo.
Los cristianos acusados de haber bautizado a otra persona por segunda vez ya eran condenados en el Código de Justiniano (Título VI) y se estableció la pena de muerte contra ellos, la cual se aplicó en variadas ocasiones durante la Edad Media y luego en la época de la Reforma Protestante.

Los actuales anabaptistas surgieron como vertiente del cristianismo de la Reforma en el siglo XVI, en Suiza, Austria, Alemania2 3 y Holanda.
En esa época había distintas expresiones del anabaptismo:
La revolucionaria, originada en la predicación y bautismos de adultos realizados por el tejedor Nicolás Storch y sus compañeros Tomás Dreshel y Marcos Stübner. Tuvo como defensor absoluto y destacado a Thomas Müntzer, que participó en la lucha de los campesinos contra los terratenientes feudales.
  • La extremista, que protagonizó el levantamiento en la ciudad de Münster, encabezada por Jan Matthys y Juan de Leiden, y propiciada por la predicación de Melchior Hofman.


  • La pacifista trinitaria, que surgió primero en 1525 en Zürich, bajo el liderazgo de Conrad Grebel en oposición a Zwinglio, y se extendió luego a Austria, Alemania, Holanda y Polonia, donde otros líderes, como Michael Sattler, Pilgram Marbeck, Baltasar Hubmaier, Hans Denk, Jacob Hutter, Ulrich Stadler, Dirck Philips y Menno Simons, lograron consolidar pequeñ


Características

Ejecución en Ámsterdam, 1571. Queman a la anabaptista frisona Anneken Hendriks.Grabado de Jan Luyken.

Aparte de compartir las principales doctrinas de la Reforma, como la definición de la Biblia como única regla infalible de fe, inspirada indudablemente por el Espíritu Santo; la aceptación de Jesucristo como único mediador; el sacerdocio de todos los creyentes y la presencia del Espíritu Santo y sus dones en cada cristiano; y el rechazo de la creencia en la transubstanciación durante la misa y de ésta como sacrificio; defienden la idea de que los cristianos convencidos, bautizados, deben vivir libres de la esclavitud del mundo, amar a los enemigos, abstenerse de toda violencia, y solidarizarse materialmente con los pobres, sin apelar a las relaciones con el estado para conseguir prebendas.

El anabaptismo puede definirse en tres puntos principales:


  1. Un concepto de la esencia del cristianismo como discipulado.

  2. La Iglesia como fraternidad.

  3. Una ética y moralidad basada en el Sermón del monte.4


Por eso, insisten en la importancia de la comunidad de fe para la oración, la mutua corrección fraterna, mutua ayuda material, ser una comunidad establecida voluntariamente y el Cuerpo de Cristo que se celebra en la Eucaristía.

Rechazan enérgicamente las persecuciones y guerras religiosas y consideran un crimen la ejecución de cualquier persona por sus creencias. Su norma fue y sigue siendo “Libertad religiosa para todos los hombres para vivir la fe de su elección o ninguna”.

Reproducciones

Thomas Müntzer fue uno de los fundadores del movimiento Anabautista.5

La investigación sobre los orígenes de los anabaptistas se ha viciado, tanto por las calumnias de sus enemigos como por las vindicaciones de sus amigos. Fue muy habitual colocar juntos, tanto a los anabaptistas de Munster como a los anabaptistas radicales relacionados con los profetas Zwickau, Jan Matthys, Juan de Leiden (también llamado Bockelson van Leiden, Jan de Leyden) y Thomas Müntzer. Aquellos que desean corregir este error tienden a sobre-corregir y negar todas las conexiones entre el principal movimiento anabaptista y su rama más radical.

La era moderna de la historiografía anabaptista surgió de la labor del estudioso católico romano Carl Adolf Cornelius con la publicación de Die Geschichte des Münsterischen Aufruhrs («La historia de los disturbios de Münster») en 1855. El historiador baptista Albert Henry Newman (1852-1933), de quien Bender dijo que ocupaba “la primera posición en el campo de la historiografía de la América anabaptista”, hizo una contribución importante con su obra Historia de la lucha contra el paidobaptismo (esto es, contra el bautismo de niños). Aunque existe un gran número de teorías referidas a los orígenes del anabaptismo, las tres principales son:


  1. Los anabaptistas comenzaron con una sola expresión en Zúrich, y se propagaron desde allí;

  2. Los anabaptistas surgieron a partir de varios movimientos independientes en varios lugares a la vez; y

  3. Los anabaptistas son una continuación del cristianismo del Nuevo Testamento (o sucesión apostólica perpetua de la Iglesia).


Fieles

En la actualidad hay en el mundo más de 2 millones de anabautistas de las denominaciones menonita, huterita, amish y la Iglesia de los Hermanos.

Cultura popular

La novela Q, firmada por Luther Blissett, es una novela histórica cuya primera edición en italiano fue publicada en 1999. Está ambientada en el siglo XVI en Europa central, y afronta acontecimientos relacionados con los movimientos sociales radicales durante la Reforma Protestante (entre ellos, el surgimiento del anabaptismo).

Luteranos piden perdón a anabaptistas por persecuciones del siglo XVI

El Concilio de la Federación Luterana Mundial se reunió el pasado 22 de julio en Alemania y pidió perdón oficial por la persecución de los anabaptistas en el siglo XVI. Este organismo votó unánimemente a favor del pedido formal de perdón, que expresa "profundo remordimiento y dolor" por las persecuciones del pasado, y solicita el perdón tanto de Dios como de la familia anabaptista.

Es curioso ver como un grupo de perseguidos pasa luego a ser perseguidor. Los cristianos "genéricos" pasaron a ser cena de leones en el circo romano a perseguidores de grupos "heréticos" como los valdenses, gnósticos y demás, cuando se Constantino lo volvió religión del estado.

Lo mismo hicieron grupos protestantes con otros grupos. En este caso los luteranos, y la reforma de Ulrico Zuinglio se ensañaron contra los anabaptistas, que también fueron perseguidos por los católicos.

Los anabaptistas fueron reformadores religiosos, de orígenes muy difíciles de precisar, que recibieron ese nombre porque se negaban al bautismo de infantes, ya que solo un adulto podía optar libremente por unirse a la iglesia tomando el bautismo.

De los descendientes religiosos de este grupo están los menonitas, grupo de cristianos que de vez en cuando saltan a la prensa por negarse a alistarse en cualquier ejército, e incluso prestar el servicio militar.

Ante la persecución tanto de protestantes como de católicos en el siglo XVI, muchos buscaron refugio en Norteamérica. Allí dieron origen, entre otros grupos, a los Amish. Grupo religioso reconocido por su rechazo a la vida moderna y por su pacifismo. También los amish son conocidos por los biólogos por ser un ejemplo genético del llamado "efecto fundador".

Un poco de historia de la época en que Europa se mataba por religión

(Tomado y adaptado de "Anabaptistas: Los reformistas perseguidos")

Muchas comunidades de valdenses (grupo denominado herético por la ICAR) se habían refugiado en los Alpes suizos se unieron al reformista Ulrico Zuinglio, que parecía cercano a sus creencias. Estas comunidades se mantuvieron firmes en sus ideas de rechazo al bautismo de infantes, el uso de imágenes y las misas. Estos grupos se denominaron anabaptistas por que rechazaban el bautismo de infantes y exigían un bautismo para unirse a la fe.

Al principio Zuinglio se opuso al bautismo de menores, pero luego se enfrentó con los grupos de anabaptistas por esta doctrina.

Pero al igual que Lutero, Ulrico, no estaba dispuesto a ceder a las pretensiones de los también allí llamados anabaptistas. A finales de 1524 había tal confusión, que en algunos lugares de Suiza se admitía y obligaba a las familias a bautizar a sus hijos y en otros no, siendo aparentemente la misma confesión. Eso llevó al Consejo que dirigía los cantones suizos a obligar a Zuinglio a reunirse todos los martes con el grupo de los radicales hasta que se pusieran de acuerdo. Zuinglio se reunió dos veces con ellos pero en ninguna hubo acuerdo y desistió. Entonces Félix Manz, uno de los promotores anabaptistas presentó un recurso pidiendo que el tema se debatiera públicamente ante el Consejo. Se convocó una reunión, pero en lugar de permitir un debate libre sobre el tema, el Consejo resolvió de forma arbitraria, que todos los niños debían bautizarse y que cualquier matrimonio que se negara a bautizar a sus hijos sería expulsado del cantón, la influencia de Zuinglio en el consejo era importante. Era el 18 de enero de 1525. Con esta sentencia se daba aviso de que en adelante se emplearía la fuerza para obligar la conformidad.

Después de reunirse para crear consenso al respecto de lo que el Consejo les pedía, tomaron la decisión de escindirse de la reforma de Zuinglio. En los días sucesivos fueron por la ciudad y la comarca bautizando a los que ya desde antes simpatizaban con ellos y a otros muchos que convencían. Las ideas de los anabaptistas suizos se extendieron velozmente a muchos de los cantones vecinos llegando a la frontera austríaca y entrando en algunas ciudades del país alpino.

En algunos pueblos como la fronteriza ciudad de Waldschut, para Abril de 1525 la mayoría de la parroquia se había bautizado, siguiendo la enseñanza de su antiguo sacerdote católico, ahora convertido al anabaptismo, Baltasar Hubmaier. Posteriormente Hubmaier tuvo que huir, pero no sin antes dejar varias obras escritas, entre las que figura un importante tratado sobre el bautismo.

En ese tiempo, el movimiento liderado por Zuinglio, era considerado por la mayoría de los cantones suizos como la religión estatal, por lo tanto la reacción ante el éxito de los anabaptistas no se hizo esperar. Pronto se dio inicio a unas duras persecuciones, mas duras si cabe que las de la propia iglesia católica. A principios de 1527 el movimiento anabaptista se veía amenazado con la desintegración, pues su más prometedor líder, Conrado Grebel, había muerto de una enfermedad poco después de su bautismo. A Félix Manz, lo capturaron y con cierta sorna lo ahogaron en un río, burlescamente bajo los gritos de: Ya que te gusta el agua… ¡Toma!

Por otro lado Jorge Blaurock y Baltasar Hubmaier habían salvado la vida, pero siendo obligados a huir al exilio. Hubmaier se dirigió a Moravia, donde se había fundado un importante núcleo anabaptista solo en Nicolsburgo, se calcula que en 1527 vivían unos 12.000 anabaptistas

Pero también entre los anabaptistas surgieron discrepancias, en ese mismo año de 1527 surge un desacuerdo entre los anabaptistas sobre el tema de si pagar los impuestos militares para defender a Austria del avance turco. Hubmaier siempre había sido de la opinión de que Dios ha establecido las autoridades civiles para mantener el orden y que el cristiano debía pagar sus impuestos sin escrúpulos.

Por otro lado estaba Hans Hut, un fogoso evangelizador anabaptista que según se dice había bautizado solo el a mas que todos los demás líderes juntos, este llegó a Nicolsburgo en 1527 con un grupo de refugiados suizos que huían de las duras represiones dirigidas contra ellos por católicos y reformistas. Hut sentía una enorme fascinación con el regreso de Cristo, mencionado en el Apocalipsis, se dice que llegó incluso a precisar la fecha para ese acontecimiento: el pentecostés de 1528.

Hans Hut pensaba que se acercaba el cataclismo final de la historia humana y estaba seguro que Dios iba a usar a los turcos para castigar a una Europa apóstata, identificando a Babilonia la ramera con la Iglesia Católica y declarando como lo hizo Müntzer que todos los gobiernos de Europa caerían. En su opinión apoyar al gobierno en su defensa contra los turcos, aunque solo sea por el pago de impuestos era luchar contra los propósitos de Dios. Por ello el y sus partidarios opinaban que no se debía apoyar a los gobiernos con dinero, y que en ese caso la autoridad de Dios, estaba por encima de la de los gobiernos.

Por causa de ese debate los anabaptistas de Nicolsburgo se dividieron entre los partidarios de Hut a los que llamaron "los de la espada" y los más pacifistas partidarios de Hubmaier que fueron llamados "los del cayado". Estos últimos además de defender un pacifismo radical e indefenso, empezaron a predicar que era necesario compartirlo todo en comunidad de bienes.

Decían por ejemplo que si un noble se convertía y se bautizaba debía renunciar a sus títulos y poner sus tierras en común con los demás hermanos. La división continuó, aunque pronto los partidarios del pacifismo ganaron terreno y los demás se disiparon.

En el mismo año que pronosticaba el fin, Hut fue arrestado y muerto en Augsburgo. Poco después Hubmaier también fue arrestado y conducido a Viena, donde sufrió quemado en la hoguera. Su mujer fue ahogada pocos días después, tal como lo habían hecho con Félix Manz. La persecución llegó también a Moravia y Austria, muchos murieron quemados, torturados y todos los demás líderes anabaptistas estaban bajo orden de busca y captura. Aún así, en ese mismo año celebraron en un pequeño pueblo de las montañas llamado Schleitheim, una importante reunión de donde salió una de sus constituciones religiosas más importante, que refleja el pensar y las creencias fundamentales de los anabaptistas.

Liderado para ese entonces por Miguel Sattler, se redactaron el llamado Acuerdo de Schleitheim, con los siete principales artículos de Fe anabaptista. En los siete Artículos de Schleitheim, se definen con claridad los conceptos y doctrinas base del movimiento. El bautismo, por ejemplo, solo debe ser administrado a los pecadores penitentes y creyentes, la Cena solo tiene un valor conmemorativo y los fieles deberán separarse de la Iglesia Católica Romana y de la Iglesia Reformada.

En algunos de estos puntos se observa claramente la influencia valdense, la que curiosamente otros valdenses abandonaron para unirse a los preceptos del protestantismo conservador. Pero la situación en Suiza no mejoró, pues se sabe que poco después el propio Miguel Sattler, sufrió en sus carnes la dureza de la persecución e intolerancia de Zuinglio.Ulrico Zuinglio, enloquecido por su propio éxito, viendo la facilidad con la que aplastaba a los disidentes anabaptistas que le estorbaban en sus pretensiones, quiso convertir a toda Suiza a la fuerza, y aplastar con la misma facilidad a los católicos que se resistían a abandonar a su iglesia, por ello lanzó a sus partidarios a la guerra contra los cantones católicos. El enfrentamiento que se produjo en la batalla de Kappel en 1531, se saldó con el triunfo católico y la muerte de propio Zuinglio.

Así, pese a la dureza de la persecución dirigida por Zuinglio, el movimiento Anabaptista, no había desaparecido, hubo una conexión directa entre los anabaptistas de Zurich, Austria y Bohemia con otros movimientos afines, en Alemania y Holanda. De ello se encargaría un reformista holandés, llamado Melchor Hoffman.

Los anabaptistas fueron llamados los «radicales” de la reforma, ya que pensaban en una reforma de la Iglesia mucho más profunda que la que exigían Lutero, Zwinglio y los otros primeros reformadores. La palabra anabaptistas designa a los que bautizaban a las personas ya bautizadas cuando niños: por eso eran «rebautizadores". Nunca hubo una comunidad homogénea que pudiera identificarse como los anabaptistas. Esta palabra se refería más bien a los diversos grupos que concedían importancia al bautismo de los creyentes y a la necesidad de un cambio radical dentro de la Iglesia, según el modelo que se encuentra en el Nuevo Testamento.

Algunos anabaptistas proclamaban la proximidad del fin del mundo y basándose en interpretaciones de Daniel y del Apocalipsis, indujeron a sus seguidores a tomar las armas para exterminar a los impíos. Uno de ellos. Thomas Müntzer (1488-1525). capitaneó la revuelta de los campesinos en 1524-1525. Estas acciones violentas fueron en parte el motivo por el que tanto los católicos como los protestantes persiguieran a los anabaptistas.

La mayor parte de los anabaptistas era pacifista, como los seguidores de Conrad Grebel (1498-1526). A comienzos de 1525, bautizó a un ex sacerdote llamado George Blaurock (1491-1529), después de que hiciera una profesión de fe. Grebel y Blaurock se convirtieron en predicadores itinerantes por los alrededores de Zúrich, bautizando a hombres y mujeres adultos y realizando sencillos servicios en las casas y los campos. En 1526 el consejo comunal de Zúrich decretó que fueran ahogados todos los anabaptistas.

Un pequeño grupo de anabaptistas se instaló en Moravia bajo la influencia de Jacob Hutter (+ 15361. Estos "hutteritas" creían que la comunidad cristiana tenía que modelarse según el reparto comunitario de los bienes al que se refieren los Hch 4,32-35, y se organizaron en «casas-hermanas" (Bruderhofen). Los hutteritas eran pacíficos y rechazaban el servicio militar y el pago de impuestos, destinados específicamente a los ejercicios militares. Su trabajo duro y su estilo de vida austero los llevó a un cierto grado de prosperidad, pero la guerra de los treinta años ( 1618- 16481 les obligó a trasladarse a diversos países de Europa oriental, antes de emigrar finalmente a los Estados Unidos por el 1880. Los hutteritas practicaban el bautismo de los adultos, comprendían la sagrada comunión como un memorial y generalmente permanecían aislados de todos los que no compartían sus posiciones. Un grupo anabaptista de estas características, que daba importancia a la vida común, es el que fundó Menno Simons ( 149615511 en los Países Bajos y en el norte de Alemania.

Anabaptistas y Mennonitas

El anabaptismo nace en Zurich en los años 1523-1525 fundamentado en las bases doctrinales de Stork y Münzer, quienes habían introducido el bautismo en los adultos que se opusieron a cualquier forma de iglesia organizada, dándole al cristianismo una interpretación espiritualista y concibiendo a la Iglesia como una comunión de los santos.

Los siete Artículos de Schleitheik.

Para los Anabaptistas, tras las dos caídas bíblicas (Adán en el Edén y Jesús en la Cruz), vendría una nueva etapa en la que prevalecería la libertad, el resurgimiento del Verbo, que estaba ya renaciendo.

En los siete Artículos de Schleitheim, se definen con claridad los conceptos doctrinarios. El bautismo, por ejemplo, solo debe ser administrado a los pecadores penitentes y creyentes, la Cena solo tiene un valor conmemorativo y los fieles deberán separarse de la Iglesia Católica Romana y de la Iglesia Reformada. Estos cristianos no pueden utilizar armas ni desempeñar cargo público alguno.

Esencialmente, el grupo proponía una interpretación literal y estricta del la biblia, llevada a su límite. Imponían además una disociación entre la comunidad santa y cualquier tipo de colaboración con el mundo. Creían en la necesidad de una forma religiosa que fuera acompañada de una reforma social. Así pues, de acuerdo a la interpretación de los textos evangélicos, propiciaron una sociedad sin clases y la comunidad de bienes.

Mennonitas

Los anabptistas fueron exterminados en el 1535, pero volvieron a renacer bajo el liderazgo de Menno Simons (1496-1561) , por lo que en esta oportunidad llevaron el nombre de Mennonitas o Menonitas.


Los primeros seguidores de Simons proponían un regreso a la Iglesia primitiva. Se inclinaban pues, por una religión más espiritual y menos sacramental que el catolicismo tradicional.


Aunque inicialmente, los mennonitas tuvieron un fuerte sentido de misión, las constantes persecuciones los llevaron al retiro en comunidades aisladas. Elaboraron así una apología del exilio: los verdaderos discípulos de Cristo siempre serán inevitablemente perseguidos.


En 1537, los Menonitas inician la emigración en busca de libertad religiosa.


Un cierto número de menonitas emigraron al Sur de Rusia en 1788, además de la ansiada libertad, también les habían ofrecido tierras. Esta emigración continuó hasta 1824 fundando importantes colonias menonitas. Se dirigen también hacia América del Norte, la primera congregación fue fundada en 1683 en Germantown, Pennsylvania, en donde se instalan bajo el nombre de Hermanos Huteritas. Siguió luego un crecido número de emigraciones provenientes de Alemania, Holanda, Suiza y, desde 1870 y hasta 1945, desde Rusia. Actualmente doce diferentes ramas mennonitas en los Estados Unidos en algunas de las cuales los miembros no llegan a 1000. Hubo también en 1917 emigraciones a Canadá, Brasil y Paraguay. En 1997, algunas comunidades Menonitas provenientes del Paraguay emigraron a sectores rurales de Argentina.


Las comunidades menonitas rechazan la burocracia eclesiástica y son muy autónomas aunque poco estructuradas. Manifiestan un rechazo por lo mundano que se evidencia en el pacifismo, el rechazo de los juramentos, la separación de la Iglesia y el Estado y la excomunión de los miembros pecadores dentro del grupo.

Los anabaptistas- Ni católicos ni protestantes

¿Son todos los cristianos o católicos o protestantes? ¿Acaso los reformistas restauraran una iglesia bíblica? ¿Promovieron los reformistas la libertad de religión?

Los anabaptistas del siglo XVI creían que las buenas nuevas de la Gran Comisión eran para proclamar la salvación y el señorío de Cristo a todos los hombres. Ellos consideraban su mensaje aplicable a todos los hombres, sin exceptuar a los miembros de otras denominaciones ni a los gobernantes (quienes eran llamados a arrepentirse, a deponer su poder mundano y a seguir sólo Cristo.


Los anabaptistas entendían que esta Gran Comisión unía a cada creyente en el sacerdocio de todos los creyentes y veían como el principal propósito de la iglesia el de ser una comunidad misionera que debía nutrir y disciplinar a las personas, que fuera por todo el mundo , declarando el poder del Cordero para liberar, conquistar y juzgar a las almas.


En cambio, los católicos y los protestantes aceptaban la Iglesia territorial de las masas, obediente a la religión de su propio gobernante y a los sacerdotes y pastores nombrados por la Iglesia del estado.

Anabaptistas

Del griego ana, de nuevo, y baptizo, bautizar; rebautizados). Un grupo violento extremadamente radical de reformistas eclesiástico-civiles que apareció por primera vez en 1521 en Zwickau, en el actual reino de Sajonia y que todavía existe aunque en formas más moderadas.


I. NOMBRE Y PRINCIPIOS DOCTRNARIOS


El nombre anabaptistas, aplicable etimológicamente y, algunas veces, aplicado a denominaciones cristianas que practican el re-bautizo está, en el uso histórico general, restringido a aquellos que, negando la validez del bautizo infantil, adquirieron prominencia durante el gran movimiento reformista del siglo dieciséis. Este nombre fue generalmente repudiado por parte de aquéllos a quienes se les aplicaba, ya que la discusión no se centraba alrededor de la pregunta de si el bautizo podía repetirse, sino sobre la validez del primer bautizo. Los principios sobre los cuales los anabaptistas estaban, generalmente, de acuerdo eran los siguientes:


Pretendían restaurar lo que ellos argumentaban que eran las bases del cristianismo primitivo. Esta restauración incluía el rechazo de juramentos y la pena capital y abstenerse del ejercicio del magisterio. De una forma más consistente que la mayoría de los reformistas protestantes, los anabaptistas sostenían la supremacía absoluta y la competencia única de las Escrituras canónicas como una norma de fe. Sin embargo, la inspiración individual y sentimientos religiosos jugaban un papel importante entre ellos. El bautizo de infantes y la doctrina luterana de la justificación sólo por la fe eran rechazados por carecer de fundamento en las Escrituras. El nuevo Reino de Dios, que ellos pretendían haber encontrado, consistía en la reconstrucción, sobre una base totalmente diferente, de tanto la sociedad civil como eclesiástica. El comunismo, incluido para alguno de ellos la comunidad de mujeres, era el principio fundamental del nuevo estado.


II. ORIGEN E HISTORIA


La pregunta sobre la validez del bautizo aparece en dos grandes fases de la historia eclesiástica. La primera controversia se puso de moda en una fecha temprana (Siglos III y IV) y se refería al ministerio del sacramento (el bautizo conferido por herejes). Fue mucho después que se originó una segunda discusión, en la cual el tema del bautizo de infantes era el punto en controversia. En los Siglos XI y XII, los petrobrusianos rechazaban el bautizo de infantes y tanto ellos como otros herejes medievales (seguidores de Enrique de Lausana, (n.tr. Henricians) Waldenses, Albigenses y Hermanos de Bohemia, tenían puntos de vista que se asemejaban en ciertos aspectos a los principios de los anabaptistas. Sin embargo, hay escasa, o ninguna conexión histórica entre los anabaptistas y aquellas sectas originales. Los principios de Lutero y sus ejemplos ejercieron una mayor influencia sobre el nuevo movimiento. Sin embargo, las interpretaciones privadas de las Escrituras, y las enseñanzas del Espíritu Santo podían ser mantenidas por cualquier individuo y lógicamente llevaron a los puntos de vista extremos de los anabaptistas.

El Anabaptismo en Sajonia y Turingia (1521-25)

Nicolás Storch, un tejedor (f. 1525) y Tomás Münzer, un predicador luterano (c.1490-1525), junto con los otros auto-llamados “Profetas de Zwickau” hicieron, durante la Reforma, el primer ataque contra el bautizo de infantes. La doctrina de absoluta igualdad de todos los hombres y la completa comunidad de bienes y los subsiguientes disturbios muy pronto les ocasionaron conflictos con las autoridades civiles de Zwicau. Antes de que se tomara represalias contra él, Storch se dirigió con dos seguidores a Wittenberg, y los procedimientos iconoclastas de Carlstadt obligaron a Lutero a abandonar Wartburg para apersonarse en Wittenberg. Él predicó contra los nuevos apóstoles con tal vehemencia que ellos tuvieron que abandonar la ciudad. Hasta su muerte en Munich, Stoch viajó por Alemania, divulgando sus doctrinas, específicamente en Turingia (1522-24) donde fue uno de los principales instigadores de la Guerra de los Campesinos. Münzer rechazó, en teoría, el bautizo de infantes, pero en la práctica lo retuvo. Fue expulsado de Zwickau (1521) y fue a Bohemia; pero tuvo poco éxito como propagandista. En 1522 fue a Alstedt (Sajonia Electoral) como predicador y se casó con una monja. Muy pronto se vio rodeado por muchos seguidores, introdujo un servicio religioso alemán y atacó a Lutero como también al orden establecido. Su estadía temporal en Mühlhausen (Turingia), que fue interrumpida por un viaje a través del sur de Alemania, fue igualmente exitosa. Enrique Pfeifer, un monje apóstata, quien fue su colaborador en Mühlgause, había preparado el terreno para el nuevo evangelio. Münzer y Pfeifer se convirtieron en los amos absolutos de la ciudad, y multitudes de campesinos y vecinos de la ciudad descontentos con las condiciones existentes, se les unieron, saquearon y devastaron las áreas vecinas. Para sofocar el movimiento revolucionario, Juan, el Elector de Sajonia, Felipe, landrave de Hesse, y Enrique, duque de Brunswick, se unieron y, comandados por Münzeer, atacaron a los campesinos en Frankenhausen (1525). Los insurgentes fueron totalmente derrotados. Después de la batalla, Münzer fue descubierto en Frankenhausen en una cama en la que se había escondido y fue entregado al verdugo. Recibió los sacramentos de la Iglesia Católica antes de su muerte, mientras que su compañero Pfeifer, sin haberse arrepentido, se le aplicó la pena capital (1525).

El Movimiento Anabaptista Suizo (1523-25)

Al igual que Lutero, Zwingly, el iniciador de la Reforma en Suiza, prontamente encontró más competidores radicales. En 1525 algunos de sus seguidores se separaron de él y predicaron el rebautismo y el comunismo. El partido encontró dos líderes muy capaces en Juan Denk y Baltazar Hubmaier. Sus seguidores, reclutados especialmente de la clase obrera, fueron numerosos no solamente en Suiza, sino también en el sur de Alemania y Austria; Augsburg, Nuremberg y, en fecha posterior, Estrasburgo, vinieron a ser los principales centros del movimiento. Se encontró resistencia a su esparcimiento desde dos fuentes. Las enseñanzas anabaptistas apoyaron sustancialmente la causa de la Lucha del Campesinado que estalló en 1524 en el mismo territorio donde los anabaptistas había efectuado su propaganda. Como resultado de la derrota del campesinado (1525)se produjo, en gran medida, la dispersión de los anabaptistas. Por otro lado, algunos de los ayuntamientos como el de Zúrich (1526) decretaron las más severas penas contra sus seguidores. No obstante, a pesar de la derrota y la represión constante, la secta sobrevivió.

Fuentes:


mercaba.org/VocT/V_anabaptistas


ec.aciprensa.com/wiki/Anabaptistas

Enciclopedia Ilustrada la



CONOCIENDO A LOS TROYANOS

1. Las causas de la guerra.
A mediados del siglo XIII a. C., Troya, floreciente ciudad de Asia Menor, en la actual Turquía, fue arrasada por una coalición de pueblos procedentes de Grecia. La guerra de Troya es un episodio mítico fundamental que enfrenta por primera vez a Europa y Asia. Para los griegos significó la primera ocasión de tomar conciencia de su unidad como pueblo, a pesar de su disgregación política.


La causa real del ataque griego a Troya parece ser el hecho de que Troya hiciese pagar peaje a los barcos que se dirigían a los reinos que bordeaban el actual Mar Negro, por lo que los griegos se aliaron para suprimir tal impuesto.
La causa mítica de la guerra hay que buscarla en el episodio del juicio de Paris. En la boda de Tetis y Peleo, Eris (la Discordia), al no haber sido invitada a la ceremonia, arrojó entre las diosas una manzana con una inscripción que decía: «DWRON THI KALLISTHI». Sólo Hera, Atenea y Afrodita se disputaron el premio; Zeus, esposo de la primera y padre de las otras dos, no quiso intervenir y envió a Hermes con las tres diosas a ver al troyano Paris. Las diosas intentaron sobornar al joven: Hera, con la soberanía sobre Asia; Atenea, con el poderío de la guerra, y Afrodita con el amor de Helena, la mujer más bella de Grecia. Paris aceptó este último ofrecimiento y emitió su veredicto a favor de Afrodita.


Durante una estancia de Paris en Esparta, en la corte de Menelao, esposo de Helena, Afrodita intervino para cumplir la promesa hecha a Paris: infundió en Helena y Paris una mutua pasión que provocó el rapto de Helena, transportada por Paris a Troya. Menelao y los antiguos pretendientes de la princesa, obligados por un juramento, organizaron la expedición de rescate de la esposa, lo que dio lugar a la guerra de Troya.

2. La guerra.
Durante la guerra, los contendientes de ambos bandos gozaron de la ayuda de diversos dioses y fueron dirigidos por distintos héroes. Hera, Atenea y Posidón dieron su apoyo a los griegos, mientras Ares, Afrodita y Apolo ayudaron a los troyanos. El máximo héroe de la contienda estuvo en el bando griego: Aquiles, quien al final de la guerra murió por una herida de flecha que le atravesó el talón, única parte vulnerable de su cuerpo.
El otro héroe destacado por el bando griego fue Odiseo o Ulises, símbolo de la inteligencia y el ingenio humanos, a quien se le ocurrió la celebrada estratagema del caballo de madera.

En el bando troyano, además de la majestuosidad de Príamo, el rey, la dignidad de las mujeres y la unidad del pueblo, destacó la actividad de Héctor, héroe humanizado y duro luchador, amante esposo y tierno padre. Murió a manos de Aquiles.

La guerra duró diez años con diferentes alternativas. En el décimo año, el dios Apolo envió una terrible epidemia al campamento griego porque Agamenón, hermano de Menelao y jefe dela expedición griega contra Troya, se había quedado como botín de guerra con Criseida, hija de un sacerdote del dios. Agamenón la devolvió, pero exigió que Aquiles le cediera su esclava Briseida. Aquiles se la entregó, pero su cólera le hizo retirarse del combate. El poema homérico de la Ilíada es, precisamente, el canto de la cólera de Aquiles.
ILIADOS A

Mh'nin a[eide, qeav, Phlhiavdew jAcilh'o"
oujlomevnhn, h{ muriv j jAcaioi'" a[lge j e[qhke,
polla;" d j ijfqivmou" yuca;" [Aidi proiayen
hJrwvwn, aujtou;" de; eJlwvria teu'ce kuvnessin
oijwnoi'siv te pa'si, Dio;" d j ejteleiveto boulhv,
ejx ou| dh; ta; prw'ta diasthvthn ejrivsante

jAtreivdh" te a[nax ajndrw'n kai; di'o" jAcilleuv".
Canta, diosa, la funesta cólera del Pélida Aquiles, que trajo incontables sufrimientos a los aqueos, y que arrojó al Hades muchas valerosas almas de héroes, y los dejó como despojo para todos los perros y las aves de rapiña, cumpliendo el designio de Zeus, desde que por primera vez se apartaron y disputaron el Atrida soberado de hombres y el divino Aquiles.
La decisión de Aquiles acarrea consecuencias desastrosas para los griegos, que sufren grandes pérdidas y son rechazados hasta sus barcos. Aquiles, a pesar de seguir en su negativa a luchar, accede a que su amigo más querido, Patroclo, acuda con sus hombres a la batalla. Sólo cuando Héctor, héroe troyano, mata a Patroclo, refrena Aquiles su cólera contra Agamenón y regresa al combate. Para vengar la muerte de Patroclo, conduce a sus hombres a la batalla y causa una terrible matanza. Obliga a los troyanos a retirarse a la ciudad y da muerte a Héctor en un combate singular frente a las murallas de Troya. Después, ata el cuerpo del héroe troyano a su carro y lo arrastra alrededor de las murallas, a la vista del padre de Héctor, Príamo, de su madre y de su esposa.

La cólera de Aquiles no cesa hasta que Príamo, solo y de noche, atraviesa el campamento de los griegos hasta la tienda de Aquiles y le suplica que le devuelva el cadáver de Héctor para darle sepultura. Vencido por la compasión hacia el anciano, Aquiles consiente y permite una tregua para el funeral.
Aquiles se enamoró de una hermana de Héctor y, cuando se dirigía a la entrevista con Príamo para discutir las condiciones de la boda, fue atacado por Paris, quien lo hirió en el talón con una flecha y le causó la muerte.
Finalmente, Odiseo tuvo la gran idea de abandonar frente a la ciudad sitiada un caballo de madera, en cuyo interior iba un grupo de selectos guerreros griegos y que fue acogido por los troyanos como un trofeo. Durante la noche, los soldados griegos abrieron las puertas de la ciudad a sus compañeros y la destruyeron.

3. Después de la guerra.
Después de haber conquistado Troya, los griegos supervivientes emprendieron el viaje de regreso a su patria. Muchos encontraron que la situación había cambiado. Agamenón murió asesinado cuando por fin llegó a Micenas, y Ulises anduvo errante muchos años por el Mediterráneo antes de volver a su añorada Ítaca. Homero, en la Odisea, nos cuenta la historia del regreso de Odiseo.
ODUSSEIAS A
[Andra moi e[nnepe, Mou'sa, poluvtropon, o{" mavla polla;
plavgcqh, ejpei; Troivh" iJero;n ptoliverqon e[perse:
pollw'n d j ajnqrwvpwn i[den a[stea kai; novon e[gnw,
polla; d j o{ g j ejn povntw/ pavqen a[lgea o{n kata; qumovn,
ajrnuvmeno" h{n te yuch;n kai; novston eJtaivrwn.

Háblame, Musa, de aquel varón de multiforme ingenio que, después de destruir la sacra ciudad de Troya, anduvo peregrinando larguísimo tiempo, vio las poblaciones y conoció las costumbres de muchos hombres y padeció en su ánimo gran número de trabajos en su navegación por el ponto, en cuanto procuraba salvar su vida y la vuelta de sus compañeros a la patria.
Mientras Ulises recorría interminablemente el mar Mediterráneo, su fiel esposa, Penélope, era asediada por unos pretendientes que querían apoderarse del palacio y del lecho de su marido. Penélope prometió que se casaría con uno de los pretendientes cuando terminara de tejer una tela; pero el trabajo que hacía durante el día lo deshacía por la noche, y así pudo resistir el asedio hasta la llegada de su esposo. De vuelta al hogar, Odiseo se disfraza de mendigo y, con la ayuda de su hijo Telémaco, dio muerte a los pretendientes de su esposa.


En cuanto a los troyanos, pocos lograron sobrevivir a la destrucción de la ciudad. Entre los escasos supervivientes se encontraba Eneas, hijo de Afrodita y Anquises. Al mando de un grupo de troyanos, huyó de la ciudad con el mandato divino de fundar una nueva Troya. Así la leyenda de la guerra de Troya entronca directamente con los orígenes míticos de Roma.




4.El descubrimiento de Troya.

Durante siglo, la existencia de Troya y los grandes héroes que combatieron en torno a sus murallas se consideró fruto de la imaginación de Homero y otros poetas. Pero no pensó lo mismo Heinrich Schliemann (1822-1890). Convencido de la autenticidad de las narraciones homéricas, Schliemann excavó entre 1870 y 1890 un túmulo compuesto por los escombros acumulados durante siglos, e identificó Troya con el moderno Hissarlik.
Al parecer, la ciudad sufrió un terremoto hacia 1300 a. C. La población sobrevivió y se dedicó a su reconstrucción inmediatamente, levantando la que se conoce como Troya VIIa, que es la que se ha identificado con la Troya de los poemas homéricos. La arqueología muestra que hacia 1250 a. C. la ciudad había sido destruida de nuevo, esta vez por la acción humana. Este hecho histórico es el que se ha considerado como la base para la leyenda de la guerra de Troya.
Sitio de la ciudad de troya 2010

El hombrey la Religión
La religión
En todas las épocas, ha habido muchas personas que han sentido la necesidad de relacionarse con un ser superior, con la divinidad, con un dios. La religión es un fenómeno universal que surge por la necesidad de encontrar respuestas a las preguntas más profundas del ser humano: ¿de dónde venimos? ¿Cuál es nuestra finalidad en el mundo? ¿Hay algo más allá de la muerte?
¿QUÉ ES LA RELIGIÓN?
Por religión se entiende una forma de vivir y un conjunto de creencias por las que la persona reconoce una realidad superior, uno o varios dioses, que explica y da sentido a su propia vida, a todas las cosas que la rodean y a la historia.
De manera más precisa, podemos definir la religión como una forma de vida que se basa en los siguientes fundamentos: un conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad; unos sentimientos hacia esta, fundamentalmente de veneración y temor; una serie de normas morales de conducta, y por último, unas prácticas rituales.
Veamos esta definición con más detalle.
  • La religión es un conjunto de creencias o dogmas, es decir, es un sistema de ‘verdades’ que los creyentes aceptan por medio de la fe, sin dejar lugar a la duda o la discusión. Por ejemplo, los musulmanes creen en Alá, como el único Dios, y en Mahoma como su enviado o profeta; los judíos y los cristianos creen que el mundo fue creado por Dios; los cristianos creen que el hijo de Dios se encarnó en Jesucristo para salvar a los seres humanos del pecado.
  • La religión es, también, un conjunto de sentimientos de veneración y temor hacia la divinidad. Los creyentes, ante la grandeza de Dios, se sienten pequeños y débiles, lo que les produce cierto temor, pero también, un enorme respeto y una gran admiración hacia este ser supremo. Estos sentimientos suelen expresarse en oraciones, ritos o ceremonias.
  • La religión es, en tercer lugar, un conjunto de normas morales, un catálogo de reglas que obligan a los creyentes a hacer ciertas cosas y que les prohíben hacer otras. Estas normas o mandamientos proceden de la autoridad divina y son las que organizan, no solo la vida de los creyentes, sino también la de sus sociedades.
  • La religión es, finalmente, un conjunto de ritos y ceremonias por medio de las cuales los creyentes dan culto a la divinidad, es decir, expresan de forma externa su amor, su respeto y su veneración a Dios. Así, por ejemplo, los musulmanes acuden a la mezquita los viernes para la oración solemne, y los cristianos van a misa los domingos para orar y recordar el sacrificio de su fundador, Jesucristo.
LIBROS SAGRADOS
Las creencias, las normas morales y las ceremonias de las distintas religiones suelen estar recogidas en libros, considerados sagrados por sus seguidores, porque creen que su contenido fue revelado por Dios y transmitido a la humanidad por medio de personas especialmente elegidas para ello. Así, los judíos y los cristianos tienen la Biblia,y los musulmanes, el Corán, revelado por Alá a su profeta Mahoma.


ELEMENTOS DE LA RELIGIÓN
Todas las religiones comparten una serie de elementos comunes, que podemos resumir en los siguientes:

  • El misterio. Por ‘misterio’ se entiende lo que está oculto, algo que la mente humana no puede comprender, que no puede expresarse con palabras ni representarse con imágenes. Por ejemplo, para los cristianos, existe el misterio de la Trinidad: que Dios sea único y a la vez tenga tres personas.


  • Lo sagrado. Las religiones distinguen entre realidades sagradas y realidades profanas. Sagrado es todo aquello que es digno de ser venerado por su relación con la divinidad; aquello que deja de ser considerado cotidiano y natural para ponerse al servicio de Dios y de los creyentes. El carácter sagrado no está en su apariencia externa, que no cambia, sino en el misterio que simboliza.

Las religiones tienenlugares sagrados (templos, sinagogas, mezquitas, iglesias), tiempossagrados (festividades religiosas), acciones sagradas (ritos y ceremonias), libros sagrados (la Biblia, el Corán), personassagradas (sacerdotes, chamanes, gurús), etc.

  • Las mediaciones. Desde otro punto de vista, las realidades sagradas pueden considerarse como elementos mediadores, como intermediarios, entre la divinidad y las personas, como puntos de encuentro entre el ser humano y Dios. Los sacerdotes actúan como representantes de Dios ante los creyentes y como portavoces de estos ante Dios; los templos son los lugares donde la comunidad de fieles venera a la divinidad, etc.


  • Los mitos. Los mitos son relatos legendarios y simbólicos que tratan de las relaciones entre la divinidad y los seres humanos, desvelan el sentido del mundo y de la vida o explican el origen de ciertos fenómenos, instituciones y prácticas humanas. Mitos son, por ejemplo, los relatos de la creación de Adán y Eva y de su vida en el paraíso, que encontramos en la Biblia.

LAS RELIGIONES HISTÓRICAS
Las religiones han ido evolucionando con el paso del tiempo. Muchas han desaparecido, como las de los antiguos griegos y romanos, aunque algunos elementos suyos perviven en mitos, doctrinas o costumbres actuales.
Las religiones de las antiguas civilizaciones solían ser politeístas, es decir, aceptaban la existencia de varios dioses, que, a veces, se identificaban con el Sol y con otros astros.
De la antigüedad se conservan bastantes restos de edificaciones religiosas, como pirámides en Egipto, templos en Grecia y en los países del antiguo Imperio romano, etc.





PRINCIPALES RELIGIONES EN LA ACTUALIDAD
Las religiones más importantes en el mundo actual son el animismo, las tres religiones monoteístas (cristianismo, islam y judaísmo) y las religiones orientales (hinduismo y budismo).

  • El animismo, religión que se extiende, sobre todo, por el África subsahariana, algunas partes de América y Oceanía, cree en la existencia de espíritus, desvinculados de los cuerpos, que pueden influir en la vida de las personas.

  • El cristianismo, el islam y el judaísmo tienen en común la creencia en un solo dios (monoteísmo). Las tres están organizadas en instituciones sólidas, con unas autoridades, una doctrina y unas normas morales definidas.

  • El budismo y el hinduismo tienen un componente filosófico fundamental. Ambas dan una importancia secundaria a las creencias y a las prácticas rituales. Su objetivo es conducir a sus seguidores hacia la felicidad.

El budismo
El budismo es una religión muy extendida en el sureste de Asia, en buena parte de China y en Japón. Se llama así en honor a su fundador, que quiso llamarse Buda (que significa ‘El Iluminado’, el que ha recibido la luz, o ‘El Despierto’). Se calcula que en la actualidad cuenta con unos 300 millones de creyentes.
BUDAel líder
Buda, de hecho, no se llamaba así; su nombre era Siddharta, y nació en Nepal, cerca de la frontera con India, hace más de 2.500 años. Su padre era un rey, y él se casó con una princesa de un país vecino y tuvo un hijo. Por lo tanto, a Siddharta no le faltaba nada; parecía tenerlo todo.
Sin embargo, según cuenta la leyenda, un día, cuando tenía 29 años, decidió dejarlo todo: se despidió de su familia y se marchó en un caballo blanco. Con el pelo cortado al cero y vestido con ropas andrajosas, durante seis años estuvo vagando y llevando una vida retirada, sin ningún lujo. Tan solo se dedicó a la meditación y a hacer yoga, una práctica propia del hinduismo, otra religión que tiene mucha importancia en la India.
La leyenda también cuenta que, un día, después de meditar bajo una higuera, tuvo una revelación,una iluminación; es decir, se le manifestó una idea fundamental: debería ir por el mundo explicando cómo tenía que comportarse la gente, con buenas acciones y buenos pensamientos. Para difundir esas ideas, que él practicaba a diario, fundó un grupo de monjes. Murió mientras comía un trozo de carne de jabalí en mal estado, con cerca de ochenta años.
IDEAS MÁS IMPORTANTES
El budismo no tiene ningún dios. Esta es una diferencia importante con las otras grandes religiones actuales. Según dicen los budistas, cada uno de nosotros tiene un karma, que explica cómo somos: belleza, inteligencia, astucia, etc.
Los budistas, además, creen en las Cuatro Verdades y opinan que el sufrimiento de la vida se debe a los muchos deseos que nos invaden y que nos hacen sufrir, y que para evitarlo hay que liberarse de ellos.
Para conseguirlo, para prevenir el sufrimiento, el budismo aconseja seguir ocho caminos:

  1. Tener buen juicio; es decir, saber qué es lo que queremos de verdad.

  2. Trabajar por alcanzar lo que nos hemos propuesto; es decir, tener constancia.

  3. Decir siempre la verdad, incluso a nosotros mismos, para no engañarnos.

  4. Seguir una conducta adecuada, que se resume en no matar, no robar y no mentir.

  5. Tener una ocupación correcta, que, para los mayores, significa tener un buen trabajo, y para los niños y jóvenes, seguir bien los estudios.

  6. Esforzarnos por lo que queremos, poniendo todo de nuestra parte, y dedicar a cada tarea el tiempo que necesita.

  7. Tener un control sobre los sentidos y los sentimientos, de manera que no interfieran ni dificulten la labor que tenemos decidida.

  8. Concentrarnos, no dejarnos despistar por nada.

Cuando se ha librado de ese sufrimiento, los budistas dicen que la persona llega al nirvana.
LIBROS Y CELEBRACIONES
Los budistas tienen un libro que recoge las Cuatro Verdades y los Ocho Caminos que hemos visto. El libro se denomina Canon Pali y en él se incluyen, además, los discursos de Buda, las reglas que tienen que seguir los monjes budistas y otros conocimientos importantes.
Los lugares donde realizan sus oraciones se llaman pagodas. La más importante está en la antigua Rangún, hoy llamada Yangon, capital de Myanmar (antigua Birmania); es un templo de cien metros de altura, cubierto de láminas de oro. Los monjes budistas son fácilmente reconocibles porque llevan la cabeza afeitada y visten con túnicasque los cubren hasta los pies, imitando a Buda.
Los budistas tienen elsábado como fiesta de la semana, que dedican especialmente a Buda.
Algunas de las fiestasbudistas más importantes son las siguientes:
OTRAS CUESTIONES
El budismo se divide en dos grandes ramas: Mahayana (que significa ‘gran balsa’) y Theravada (que significa ‘camino hacia los ancianos’), siendo la primera la que cuenta con más creyentes. Pero, además, existe una tercera corriente, llamada tantrismo, que, recientemente, ha empezado a tener también muchos seguidores en países como Estados Unidos.
Se dice que el budismo es la religión que menos guerras ha provocado y menos males ha ocasionado a la humanidad, quizás porque predica la paz y cree profundamente en el ser humano.
El judaísmo
Se considera que el judaísmo es una de las religiones más antiguas del mundo. Tiene aproximadamente 18 millones de seguidores, la mayoría, en Estados Unidos y en Israel, aunque se encuentran dispersos por todo el mundo. Además, la comunidad judía que vivía en Palestina hace 2.000 años fue el origen del cristianismo. Todo ello hace que la influencia del judaísmo sea mayor de lo que puede indicar su número actual de fieles.
¿DÓNDE NACIÓ EL JUDAÍSMO?
El judaísmo nació hace unos 4.000 años, en Canaán, zona que hoy corresponde a Israel y Palestina. Era la religión que practicaban los hebreos, una tribu nómada que vivió en aquellos territorios. Los judíos actuales son los descendientes de aquellos hebreos, y parte de su historia se explica en la Biblia.
Se considera que Abrahamfue el primer patriarca o dirigente de los hebreos. El libro del Génesis, en la Biblia, nos dice que nació en Ur (actual Irak), de donde emigró hacia Canaán. Allí estableció una alianza con Dios, por la cual él se comprometía a adorarle, mientras que Dios le daría protección a él y a sus descendientes, y haría que el pueblo hebreo fuera grande y poderoso. Esta alianza fue renovada, posteriormente, por otros patriarcas descendientes suyos, como Isaac o Jacob.
CREENCIAS MÁS IMPORTANTES
Los judíos creen que hay un solo dios, Yahvé, aunque su nombre, por respeto, no puede pronunciarse, y en su lugar dicen normalmente Adonay, que en hebreo significa ‘mi Señor’. Dios creó el mundo y todas las cosas que existen, como también afirman los cristianos.
Los judíos creen que un día vendrá al mundo un enviado de Dios, el Mesías, para anunciar la paz mundial y restaurar el poder de su pueblo.
En una parte de la Biblia, la Torá, se enumeran las normas religiosas y morales, las costumbres y las leyes fundamentales por las que debe regirse un buen judío. Por ejemplo, los Diez Mandamientos, recogidos en las tablas de la Ley que uno de sus líderes, Moisés, recibió de Dios en el monte Sinaí, según cuenta la Biblia. Se trata de una lista de normas que los judíos deben obedecer: amar a Dios, cumplir las fiestas, respetar al padre y a la madre, no matar, no robar, etc. Son exactamente los mismos mandamientos que se siguen en el cristianismo.
LAS COSTUMBRES JUDÍAS
El judaísmo incorpora muchas otras normas. Algunas tienen que ver con los alimentos que consumen; por ejemplo, ningún practicante del judaísmo puede comer cerdo ni marisco, porque se consideran animales impuros. Tampoco pueden trabajar ni hacer viajes largos en sábado (shabat, en hebreo), que es el día de la semana más importante para los judíos, pues es cuando hacen fiesta y oran en las sinagogas.
Los niños judíos son circuncidadosantes de que cumplan ocho días: se les practica una sencilla operación que consiste en quitar un pequeño trozo de piel del pene, como señal de que pasan a formar parte de la comunidad religiosa judía. Además, los niños judíos se hacen adultos, desde el punto de vista religioso, cuando cumplen los trece años; entonces celebran una fiesta muy importante que se llama, en hebreo, bar mitsvá (‘hijo del mandamiento’). Desde ese momento, ya tienen obligaciónde guardar las normas religiosas de un judío adulto.
Además del sábado, los judíos mantienen unas celebraciones para recordar hechos importantes de su historia:
Judaísmo
Nombre
Recuerdo
Fecha
Januká
Fiesta de consagración del Segundo Templo de Jersualén
diciembre
Pascua
La liberación de su esclavitud bajo los egipcios
marzo o abril
Yom Kipur
Día del perdón y de la penitencia
septiembre-octubre
Pentecostés
Dios entrega las Tablas de la Ley a Moisés
mayo o junio


HISTORIA DEL PUEBLO JUDÍO
El pueblo judío tiene una historia muy larga y, por lo tanto, ha vivido muchas situaciones positivas, pero, también, muchas otras muy negativas.
Es un pueblo que se ha visto obligado a emigrar de su tierra varias veces, y que ha sufrido grandes problemas al no ser siempre bien admitido por las naciones donde llegaba. Inglaterra, por ejemplo, los expulsó de su territorio en el año 1290; Francia hizo lo mismo en 1306; España, en 1492, y Portugal, en 1496.
En Rusia y Polonia sufrieron graves persecuciones hace un siglo y medio. Pero el episodio más grave de su historia ocurrió durante la II Guerra Mundial, cuando fueron implacablemente perseguidos por el dictador alemán Adolf Hitler, que dio muerte a varios millones de personas solo por el hecho de ser judíos. Este horror se recuerda con el nombre de Holocausto.
LOS LIBROS SAGRADOS JUDÍOS: TORÁ, MISHNÁ Y TALMUD
Ya hemos visto que la Torá (también llamada Pentateuco) es la parte de la Biblia en donde se encuentran las normas fundamentales por las que se rige la vida del judío creyente. Está formada por los cinco primeros libros de la Biblia: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Es especialmente en los últimos, sobre todo en el Deuteronomio, donde se recoge la mayor parte de dichas normas.
Con el paso del tiempo, los judíos analizaron y desarrollaron las normas legales de la Torá, detallando cada uno de los preceptos y estableciendo las normas de conducta precisas para una vida fiel a las enseñanzas del judaísmo. La obra en donde se recogen dichas normas es la Mishná, que se puso por escrito hacia el año 200 antes de Cristo.
Pero los rabinos judíos, estudiosos de la palabra de Dios, siguieron analizando en los siglos siguientes los preceptos de la Torá y su desarrollo en la Mishná. El fruto de sus estudios y discusiones fue una obra monumental llamada Talmud, que contiene todo tipo de contenidos legales, morales, normas o consejos para la práctica del judaísmo. Fue concluido hacia el año 500 de nuestra era.
La palabra islam procede de la lengua árabe y significa ‘sumisión’ u ‘obediencia’ a Dios. Sus creyentes son los musulmanes, palabra que significa ‘los que siguen el islam’. El fundador del islam fue un profeta llamado Mahoma. Por eso, a los musulmanes se les llama a veces mahometanos. Pero esta expresión es incorrecta; la palabra adecuada para nombrarlos es musulmanes.
EL ISLAMISMOMUSULMANISMO

VIDA Y OBRA DE MAHOMA
Mahoma nació en La Meca,una ciudad de Arabia, hace más de 1.400 años, en el seno de una familia muy humilde. Su padre y su madre murieron cuando él era muy pequeño, por lo que creció en casa de su tío paterno. La Meca está situada en medio del desierto,y, en aquella época, la habitaban tribus que vivían del comercio. Esta actividad comercial se realizaba con caravanas de camellos, y Mahoma trabajó de caravanero. En aquellos años conoció a una mujer rica, llamada Jadiya, y se casó con ella.
Un día, mientras Mahoma estaba en medio de una meditación profunda en una cueva próxima a La Meca, tuvo una visión del arcángel Gabriel. En esa visión, Alá le revelaba, le descubría, el contenido de un libro sagrado, el Corán, y le ordenaba que predicase la nueva religión, el islam. Mahoma tenía entonces cuarenta años.
Las ideas de paz, igualdad y orden para todos los seres humanos que, a partir de ese momento, Mahoma predicó no gustaron a quienes tenían el gobierno de La Meca, y le persiguieron a él y a sus seguidores. Por ello, Mahoma tuvo que escapar apresuradamente de esta ciudad y marcharse a Medina, donde reanudó su predicación. Esta huida de La Meca a Medina, que se produjo en el año 622 de nuestra era, se llama Hégira, y señala el principio del calendario islámico. Mahoma murió diez años después, cuando el islam ya se había extendido por toda Arabia.
PRINCIPALES CREENCIAS DEL ISLAM
En el islam existen cinco artículos de fe. La creencia firme en ellos permite a hombres y mujeres pertenecer a la comunidad del islam. Un buen musulmán ha de tener:

  1. Fe en Alá, como el único dios. La profesión de fe del islam dice: No hay más dios que Alá.

  2. Fe, asimismo, en los ángeles de Dios.

  3. Fe en los libros sagrados, especialmente en el Corán.

  4. Fe en los profetas, especialmente en Mahoma.

  5. Fe en la vida después de la muerte.

Efectivamente, el islam predica la fe en la vida después de la muerte. El musulmán cree en la resurreccióny en el juicio final, en el que se repasarán todas las acciones buenas y malas del ser humano. Alá decidirá, entonces, el premio o el castigo eternos para cada uno.
LOS CINCO DEBERES DEL ISLAM
Por otra parte, para el musulmán existen cinco deberes fundamentales, los llamados pilares del islam, que son los siguientes:

  1. La sumisión a Alá como dios único.

  2. La oración. El musulmán debe rezar cinco veces al día, en unos momentos precisos, e inclinado hacia La Meca: al amanecer, al mediodía, por la tarde, a la puesta del Sol y al anochecer. Además, antes de rezar, ha de lavarse especialmente la cara, los pies y las manos, porque eso significa que se presenta puro para rezar.

  3. La limosna. Los musulmanes que tienen una cierta posición económica han de dar limosna a los pobres o necesitados.

  4. El ayuno. Hay que ayunar de día, mientras haya Sol, durante un mes seguido, que se llama Ramadán. Mientras es de día, no se puede comer ni beber nada.

  5. Si tiene medios económicos, el musulmán debe peregrinar una vez en su vida a La Meca, durante unos días precisos del año.

COSTUMBRES ISLÁMICAS
Además de los preceptos o leyes anteriores, los musulmanes siguen unas costumbres propias. Por ejemplo, cuando nacen, se les recitan unos versos al oído para ahuyentar los malos espíritus; además, a los seis días, a los niños se les hace la circuncisión (una sencilla operación que consiste en quitar un pequeño trozo de piel del pene), como a los judíos.
El musulmán no puede comer carne de cerdo ni tampoco puede beber vino o cerveza ni probar el alcohol.
El libro donde se recogen estos y otros preceptos es el Corán, que contiene todas las normasreligiosas, morales y legales básicas del islam.
CELEBRACIONES Y FIESTAS
El viernes es el día en que los musulmanes celebran su fiesta semanal, como el domingo lo es para los cristianos, y el sábado, para los judíos. En ese día, el almuecín o almuédanollama a los creyentes para que acudan a la mezquita y recen con sus compañeros, separados los hombres de las mujeres. En los países donde no hay mezquitas, los musulmanes pueden ir a oratorios, que son lugares preparados para orar. Incluso pueden hacer la oración en el campo, mirando en dirección a La Meca.
Además del viernes, los musulmanes recuerdan la vida de Mahoma y sus hechos más importantes en una serie de fiestas, entre las cuales se cuentan las siguientes:
Islam
Nombre
Recuerdo
Mawlid al-Nab
Nacimiento de Mahoma
Laylat al-Qadr
Dios revela el Corán a Mahoma
Id al-Fitr
Final del mes de ayuno (el Ramadán)
Id al-Adha
Final del viaje a La Meca

¿CUÁNTAS RAMAS TIENE EL ISLAM?
El islam se divide en dos ramas fundamentales: los sunitas (que siguen la línea directa de Mahoma) y los chiitas (descendientes de Alí, yerno de Mahoma). Los sunitas constituyen la inmensa mayoría de los musulmanes (en torno al 90%). Hay otros grupos, pero tienen pocos seguidores: jarichitas, imamíes, drusos, etc.
ORIGEN DEL CORÁN
Para los musulmanes, el Corán contiene la palabra de Dios, Alá, tal y como le fue revelada al profeta Mahoma en varios momentos de su vida. La primera revelación le llegó a través del arcángel Gabriel, cuando Mahoma se encontraba en una profunda meditación, dentro de una cueva próxima a la ciudad de La Meca, en el año 612. El profeta contaba entonces cuarenta años. Con posterioridad, hasta el 632, año en que murió, Mahoma siguió recibiendo nuevas revelaciones, más detalladas, de la palabra de Dios.
Al principio, el Corán se transmitió oralmente de unos creyentes a otros, hasta que, finalmente, unos años más tarde, se puso por escrito. Está redactado en árabe.
DIVISIÓN DEL CORÁN
La obra está dividida en un total de 114 capítulos, llamados suras. Cada una de ellas se divide, a su vez, en versículos, o aleyas.
La extensión de las surases muy diferente. La más larga, que es la segunda, tiene 286 aleyas; mientras que las más cortas, las número 103, 108 y 110, cuentan solamente con tres aleyas. Cada sura comienza con la siguiente expresión: “En el nombre de Alá, el Clemente, el Misericordioso”.

CONTENIDO DEL CORÁN
El Corán no solo contiene el mensaje de Alá y las cuestiones relativas a la religión o creencia musulmana, sino que transmite también el conjunto de leyes que han de seguir las sociedades musulmanas.
Su mensaje fundamental es que solamente hay un dios, Alá, creador de todas las cosas (“No hay más dios que Alá”), y Mahoma es su profeta o enviado. Para el musulmán, Alá siempre es misericordioso y clemente, por lo que, con mucha frecuencia, escritos y plegarias comienzan con la misma frase que inicia cada sura: “En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso”.
En el Corán se mencionan también muchos hechos y personas que aparecen en la Biblia, tanto en el Antiguo Testamento (Abraham, Moisés, Salomón, etc.) como en el Nuevo Testamento (Jesús, María, etc.).
El cristianismo es la religión de las personas que creen que Jesucristo es hijo de Dios y siguen sus enseñanzas. Al igual que el judaísmo y el islam, es una religión monoteísta,es decir, que admite la existencia de un solo dios. El cristianismo está basado en la vida y en las enseñanzas de Jesús de Nazaret, como se cuenta en los Evangelios. Es la religión más extendida en el mundo, con especial importancia en Europa y América; la profesan unos 2.000 millones de personas.

El cristianismo
El cristianismo es la religión de las personas que creen que Jesucristo es hijo de Dios y siguen sus enseñanzas. Al igual que el judaísmo y el islam, es una religión monoteísta,es decir, que admite la existencia de un solo dios. El cristianismo está basado en la vida y en las enseñanzas de Jesús de Nazaret, como se cuenta en los Evangelios. Es la religión más extendida en el mundo, con especial importancia en Europa y América; la profesan unos 2.000 millones de personas.
VIDA DE JESÚS DE NAZARET
Jesús de Nazaret nació y vivió en Palestina hace dos mil años. Los datos que conocemos de su vida han llegado hasta nosotros a través de los Evangelios, relatos escritos por sus discípulos para dar a conocer su mensaje y propagar su doctrina.
Aparte de algunos episodios extraordinarios relacionados con el nacimiento y la infancia de Jesús, poco se sabe de su vida hasta que cumplió treinta años, aproximadamente. Entonces, dicen los Evangelios, empezó a recorrer Palestina predicando la llegada del reino de Dios que habían anunciado los profetas judíos.
Jesús se presenta como el ‘Cristo’ o ‘Mesías’ esperado (de ahí el nombre de Jesucristo), como el hijo de Dios venido al mundo para salvar a los hombres del pecado. El mensaje de Jesús se centra en el amor a Dios y al prójimo, porque, según él, todos somos hijos de Dios. Estas enseñanzas fueron bien aceptadas por los pobres y marginados, que vieron en él a alguien que podía mejorar su situación social.
Según los Evangelios, Jesús realizó algunas curaciones milagrosas y otras acciones extraordinarias, como la resurrección de Lázaro, que, en opinión de sus discípulos, serían prueba de su divinidad.
El hecho de que Jesús se presentara como hijo de Dios iba contra las creencias de la religión judaica, que era la que imperaba entonces en Palestina, y su actitud fue considerada como una blasfemia (una injuria, una irreverencia) por las autoridades religiosas judías. Estas, molestas también por las críticas de Jesús a su comportamiento y preocupadas por el efecto de su predicación en el pueblo, lo condenaron a muerte y lo entregaron a las autoridades romanas para que lo hiciesen morir en la cruz.
Sin embargo, sus discípulos más cercanos, los apóstoles, dijeron que Jesús resucitó tres días después de su muerte, y que luego subió a los cielos. Esto confirmó su creencia en la divinidad de Jesús y les impulsó a predicar su doctrina, lo que dio lugar al nacimiento del cristianismo.
LIBROS SAGRADOS
Los hechos y las enseñanzas de Jesús están recogidos en los cuatro Evangelios, que, junto con los Hechos de los Apóstoles, las Epístolas y el Apocalipsis, constituyen el Nuevo Testamento, la parte de la Biblia que solo los cristianos reconocen como libro sagrado. Además, los cristianos aceptan también el Antiguo Testamento, es decir, la Biblia judía, como libro sagrado.
CREENCIAS MÁS IMPORTANTES
Las ‘verdades’ fundamentales del cristianismo se encuentran resumidas en el credo, oración o fórmula de feque los creyentes recitan en muchas de sus prácticas religiosas.
Los cristianos creen en la existencia de un único Dios, creador del Universo, en el que, sin embargo, distinguen tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; esto constituye el misterio de la Trinidad.
Los cristianos creen que Dios Padre creó el mundo de la nada y que Dios Hijo se encarnó en la persona de Jesús de Nazaret, que vino a este mundo para salvar a la humanidad del pecado,lo que consiguió mediante su muerte y resurrección. Creen también que el Espíritu Santo les da fuerzas para llevar una vida cristiana digna.
Otra creencia básica del cristianismo es la inmortalidad del alma; los cristianos creen que todos los muertos resucitarán y serán juzgados por Dios, para recibir un premio o un castigo eternos, según se hayan comportado en su vida terrena.
LA MORAL CRISTIANA
Las normas morales del cristianismo se basan en los Diez Mandamientos de la ley judaica, adaptados a las enseñanzas de Jesús de Nazaret.
Los tres primeros mandamientos se refieren a las obligaciones del creyente hacia Dios: amarle con todas las fuerzas, respetar y venerar su nombre, rendirle culto en las ceremonias religiosas los días de fiesta.
Los otros siete mandamientos se refieren a las obligaciones de las personas respecto al prójimo: respetarla vida y las propiedades ajenas, cuidar y educar a los hijos, no mentir ni calumniar a nadie, etc.
PRÁCTICAS RITUALES Y FESTIVIDADES CRISTIANAS
Los cristianos celebran y expresan su fe en un conjunto de ritos, de ceremonias, entre los que destacan los llamados sacramentos, que son representaciones simbólicas de actuaciones divinas, que los fieles celebran en distintos momentos de su vida.
Así, por ejemplo, a través del bautismo, una persona se convierte en cristiano y pasa a formar parte de la comunidad de creyentes. En el sacramento de la eucaristía,los cristianos recuerdan la muerte y resurrección de su fundador, Jesucristo, y celebran haber sido salvados por él.
Los cristianos se reúnen los domingos en sus templos, las iglesias, para cumplir el tercer mandamiento, santificar las fiestas, y participar en la eucaristía. Además, celebran de forma especial los acontecimientos más importantes de la vida de Jesús en sus festividades religiosas, entre las que destacan las siguientes:
Festividades cristianas
Fiesta
Fecha
Qué celebra
Navidad
25 de diciembre
Nacimiento de Jesús
Viernes Santo
Viernes de la Semana Santa, en marzo-abril
Muerte de Jesús en la cruz
Pascua
Domingo de la Semana Santa, en marzo-abril
Resurrección de Jesús
Pentecostés
Domingo en mayo-junio, siete semanas después de Pascua
Venida del Espíritu Santo y nacimiento de la Iglesia

DENOMINACIONES E IGLESIAS CRISTIANAS
El cristianismo nació en Jerusalén con la predicación de los apóstoles, tras la muerte de Jesús, y se fue extendiendo poco a poco por Palestina y los territorios que formaban parte del Imperio romano.
Al principio, sus seguidores fueron perseguidos, pero desde principios del siglo IV el cristianismo gozó de plena libertad, y a finales de ese siglo se convirtió en la religión oficialdel Imperio romano.
A pesar de algunas herejías,es decir, doctrinas consideradas falsas y condenadas como tales por los obispos y los papas, el cristianismo se mantuvo unido hasta el siglo XI, cuando se produjo el cisma o separación de las Iglesias de Oriente, llamadas ortodoxas.La ruptura se produjo por diferencias doctrinales y, sobre todo, porque los obispos de esas Iglesias se negaron a aceptar al obispo de Roma, es decir, al papa,como suprema autoridad de todos los cristianos.
Quinientos años más tarde, en el siglo XVI, surgieron las Iglesias reformadas o protestantes, que se separaron de la Iglesia católica por una serie de discrepancias doctrinales y porque muchos cristianos pensaban que el papa y muchos obisposy sacerdotes estaban corrompidos y no servían a los fieles según las enseñanzas de Jesús. Las principales iglesias protestantes son el luteranismo, el calvinismo y el anglicanismo. Dentro de ellas han surgido divisiones, que han dado lugar a otras denominaciones cristianas: cuáqueros, metodistas, congregacionalistas, baptistas, etc.
Todo esto queda reflejado en este gráfico sobre las ramas más importantes del cristianismo:


Iglesias cristianas

Cristianismo







Iglesias reformadas o protestantes
Iglesia católica, romana
Iglesias ortodoxas, orientales



Luteranismo





Calvinismo





Anglicanismo










FLAVIO AECIO Y ATILA UNA FATAL AMISTAD
Hasta finales del siglo IV, los romanos no tenían conocimiento de los hunos. Los romanos solían tachar de bárbaros a todos aquellos que no sabían escribir, pero sus descripciones a cerca de los hunos iban más allá: decían que eran muy sucios, desprendían un fuerte y desagradable olor, comían carne cruda y "vivían" sobre sus caballos. Bajo esta figura surge una de las figuras más notables del pueblo Huno Atila quien era Atila, El padre de Atila murió y sus tíos se hicieron cargo de él y de su hermano mayor Bleda, preparándolos para que fueran grandes guerreros. Atila era el predilecto de su tío Rugas
En esta época, el Imperio Romano estaba dividido en 2, Imperio Romano de Occidente (capital en Roma) e Imperio Romano de Oriente (capital en Constantinopla), que era más poderoso.
Los romanos necesitaban rehenes para sus ejércitos y así poder hacer frente a las invasiones que estaban penetrando en el Imperio, sobre todo de Occidente.
Era signo de simpatía y aceptación en esta época intercambiar rehenes entre los romanos y los bárbaros que irrumpían en la zona. En uno de estos intercambios, Atila fue enviado a Roma.
Por aquel entonces, los hunos ya iban adquiriendo fama de buenos guerreros y los romanos mandaron un espía a la tribu de rehenes hunos para aprender sus tácticas.
Era Flavio Aecio, que en poco tiempo se hizo gran amigo de Atila.
Estaban siempre juntos, hasta que en el 420 Atila volvió a su lugar de origen. En esos años, Atila aprendió el modo de vida romano, pero nunca fue de su agrado. Juró que volvería, pero esta vez para conquistarla.
La progresión de Atila fue muy rápida
Antes de tener 20 años, ya estaba al mando del ejército huno.
Entre los 20 y los 30 años, ya participaba en todas las afrentas.
Con 32 años, fue 2 veces a Italia, pero no a conquistarla, fue a socorrer a su amigo Aecio. Gracias al apoyo de Atila, Aecio consiguió hacerse con el título de caudillo. Los enemigos de Aecio se convirtieron en los enemigos de Atila.
En el 432, ya era la cabeza visible de los hunos, su líder. Los unificó, les dotó de libertad y conformó un ejército muy potente. Los hunos empezaron a ejercer una gran presión en el Imperio Romano.
En el 435 Teodosio, emperador del Imperio Romano de Occidente, firmó un acuerdo con Atila para evitar su enemistad. El rey de los hunos recibía tributos de los 2 Imperios Romanos. La firma de estos acuerdos era una forma de ganar batallas sin violencia y a la vez una deshonra para los romanos.
En el 440, se rompió el acuerdo entre Atila y Teodosio. Los romanos fueron sorprendidos usurpando las tumbas hunas y este hecho fue considerado una pérdida de respeto para Atila. Se libró una cruenta batalla que ganaron los hunos, extendiendo así su influencia y su imperio.
Teodosio era consciente de la superioridad que tenían en este momento los hunos, y quería obtener la paz a toda costa. Por ello, aceptó las altas pretensiones, sobre todo económicas, de Atila.
Entre tanto, Atila participaba en una activa vida social: escuchaba poesía, administraba justicia entre sus ciudadanos...
Se casó con Arika y tuvo 4 hijos. Como hombre supersticioso que era,
adoraba al más pequeño de sus vástagos, Emac, el que según las predicciones, levantaría en imperio huno cuando éste decayera.
Atila compaginaba modestia y poder, no quería comparaciones con Dios, y de hecho lo consideraba como
Ofensa para las tradiciones de los pueblos de las tierras gélidas que gobernaba el líder Huno.
En el 444, murió Bleda, hermano de Atila, por lo que éste se convirtió en el único emperador de los hunos.
Encontró la "Espada de Dios" fortuitamente en un prado.
A mediados del siglo V, tras ganar en otra batalla al Imperio Romano de Oriente, se extendió aún más el imperio huno.
Atila, ante la evidencia de su superioridad, comenzó a subir sus pretensiones a los romanos por el simple placer de ver cuando podía "exprimirlos". Se hizo quisquilloso y exigente.
Honoria, hermana del emperador de Occidente Valentiniano III, escribió una carta a Atila pidiéndole ayuda para librarse de su familia, que la tenía encerrada y la consideraba una deshonra por sus deslices amorosos. Ella a cambio le ofrecía casarse.
Atila habló con Valentiniano III pero éste no quería cederle a su hermana.
Atila también pidió que le fueran devueltos sus rehenes, pero tampoco cedieron.
Ante estas negativas, Atila empezó a pensar en guerra.
Para provocarlos, en el 451 penetró en la Galia y se enfrentó a los visigodos de Teodorico, que estaban instalados allí.
Este terreno era muy deseado por los romanos, por lo que éstos se aliaron con los visigodos para luchar contra el enemigo común (Campus Mauriacus)
Con esta batalla, Atila y su amigo Aecio se enfrentaron.
Orleáns fue la ciudad gala que más resistió el asedio huno, pero finalmente cayó bajo su poder. Aunque allí posteriormente fueron sorprendidos por visigodos y romanos. Los hunos huyeron hacia Troyes, a unos 20 kms. Y allí también se topó en la frontera con la resistencia romano-visigoda.
Esta fue la primera gran derrota de los hunos (Batalla de los Campos Cataláunicos) que por el momento salvó la integridad del Imperio de Occidente.
En el 452, en venganza, Atila penetró en Italia. Suponiendo la gran represalia que les esperaba a los romanos, desde Galia propusieron al emperador Valentiniano que trasladara la capital (Roma) y la instituyera en Galia, para mayor seguridad.

Pero el emperador se negó y prefirió resignarse.
Tras la conquista huna en el Norte de Italia y temiendo que la capital fuera tomada en breve, Valentiniano III y Aecio deseaban pactar la paz. Éstos mandaron al Papa León I el Grande a hablar con Atila.
Fue un encuentro muy cordial, en el que Atila aceptó las condiciones y retrocedió, principalmente porque los hunos ya habían conseguido tantas riquezas en sus batallas que ni siquiera podían mover sus carretas ni proporcionar sitio para futuras ganancias.
MUERTE DE ATILA Y FINAL DEL IMPERIO HUNO
Tras el acuerdo con el Papa León I, los hunos volvieron a su lugar de origen, Panonia, y desde allí, Atila planeó con detalle la que sería su próxima conquista: Roma; y su nueva boda con Ilico, una joven y bella germana con la que contrajo matrimonio en el 453.
La mañana siguiente a su noche de bodas, Atila apareció muerto a causa de una hemorragia nasal que lo asfixió.
La muerte de Atila fue un duro golpe para su imperio y motivo de alegría para los romanos.

En día del entierro, los hunos se desgarraron la ropa, construyeron un dique en el río Volga y rodearon al difunto de sus más preciadas pertenencias, de hierro (símbolo de su fuerza), oro y plata (símbolos de las dotes que recibían de sus conquistas)

A pesar de que los hijos de Atila intentaron hacerse con el poder, el imperio huno se descompuso rápidamente y en el 469 ya era sólo un recuerdo.
Por otro lado El vencedor de Atila nos referimos a Flavio Aecio no corrió mejor suerte puesto después de los festines y homenajes el general Romano es hallado muerto .
El entrecruzamiento y destino de estas dos figuras históricas es singular y poco característico por lo finales que estos tuvieron puesto que sus nombre fueron relativamente olvidados por la historia y en su momento sellaron el destino de toda una época turbulenta de la historia universal aunque no llego a ser un cesar brillo en su momento con luz propia.
Flavio Aecio, General romano, m. en el 454. Denominado usualmente como "el último de los romanos". Nacido en Italia, era hijo del magister equitum Gaudencio y de la dama romana Aurelia con quienes se trasladó de pequeño a la provincia de Mesia a la que su padre fue destinado. Los primeros años de aprendizaje los pasó como rehén de Rugila, lo que le permitió conocer el modo de pensar y luchar de los hunos. Sirve a su vez como magister equitum en las Galias durante la jefatura militar de Félix, hasta que en el 433 dC alcanza él mismo dicha magistratura de magister militum.
Precedido por mediocres y efímeros predecesores, Aecio destaca en su cargo por ser capaz de poner orden en un caótico Imperio de Occidente que se tambalea. Protege Italia y detiene la expansión de los bárbaros: frena a los visigodos en la Galia y arrincona a los burgundios en Saboya. Otras decisiones son mal recibidas, pero inevitables, como el reconocimiento del asentamiento vándalo en el norte de África.
Pero su campaña más notable, la que le valdrá para la historia el sobrenombre de "el último romano", será la que dirigirá contra los hunos. Sintiéndose insultado su caudillo Atila por el emperador Valentiniano III ante el rechazo de la petición de mano de su hermana Honoria, se lanza a destruir Roma. Para ello convoca una gran confederación de tribus escitas, sármatas, gépidas, ostrogodas, alanas, que se unen a los hunos en su marcha. Pero Aecio dirigiendo magistralmente, a francos, vándalos, visigodos, y las tropas romanas que quedan logra una gran victoria en los Campos Cataláunicos en el año 451: es la última gran batalla del Imperio de Occidente.
Para desgracia de Aecio, su gran victoria le valdrá el recelo del emperador, que, abrigando sospechas de una hipotética pretensión al trono, ordena matarlo en el 454. Posteriormente la intriga palaciega se vuelve contra el propio Valentiniano, que es asesinado un año después por seguidores de Aecio.
Pero las cosas no quedan allí la figura de Aecio el vencedor de llos hunos trascendió la historia
La muerte de Aecio en manos del emperador valentiniano o Valente III marco el fin de toda una época de gloria romana ya que nadie pudo gobernar a tan vasto imperio y sus gobernantes eran pusilánimes y de poco carácter que fueron presa de la tribus “Barbarás” que asolaron y destruyeron la capital del imperio de los Cesares solo quedo recuerdo de vieja gloria que fue absorbida por la cultura occidental donde el cristianismo crecía a pasos agigantados todo recuerdo de triunfos militares se refugió en los libros de brillantes historiadores que a sus tiempo plasmaron la vetusta gloria romana que todos gozamos .
Especulando un poco que hubiera sucedido si el general Aecio , se hubiera convertido en emperador de RomaLa verdad que sinceramente creo que hubiera terminado igual: asesinado a traición en algún palacio. Estar en Roma gobernando no era lo mismo que estar de un campo de batalla a otro rodeado de soldados totalmente fieles y temerosos de los hunos.
Pero vamos, desde luego creo que hubiera sido infinitamente mejor emperador que Valentiniano III, lo que no era muy difícil. Pero de hecho el título de magister militum que ostentaba (jefe de todos los ejércitos de Roma), suponía que realmente el poder efectivo del Imperio Occidental estaba en sus manos, no en las del títere de emperador. Aunque ésta figura aún tenía demasiado prestigio para los romanos. No en balde la razón de que Aecio fuera asesinado por el emperador era para evitar que lo sustituyera en el trono, cosa que hubiera ocurrido tarde o temprano.
Pero es que Flavius Aetius hijo de un bárbaro romanizado y de una noble patricia itálica en realidad ejerció como Emperador pues como sabéis desde Teodosio y salvo Mayoriano los Emperadores Romanos delegaban gran parte del poder en "validos" sobre todo en cuestiones militares de las que no entendían.
Los últimos grandes militares de Roma fueron Estilicón un bárbaro foederati que derrotó varias veces a Alarico conteniendo las invasiones bárbaras: victorias de Fiésole, Verona etc y Flavius Aetius que logró estabilizar un imperio en proceso de derrumbe y prolongar su agonía.
Cuando ya todo estaba perdido surgió Mayoriano que fue la última oportunidad del Imperio Romano Occidental pues la otra parte como todos sabemos resistió muchos mas siglos.
De estos tres personajes el mas interesante sin duda es AETIUS apodado "el último romano" ya que Estilicón aún disponía de fuerza aunque muy mermada respecto al antaño gran ejército romano y Mayoriano estaba prácticamente condenado al fracaso pues casi no tenía ninguna fuerza propia.
Durante el valimiento de Aetius los hunos se presentaron con una fuerza y un poder muy superior al de Roma aunque lo de acabar con Occidente es algo muy discutible pues vean vds que los mongoles que conquistaron China no acabaron con dicha civilización.
Pienso que los hunos aun siendo ajenos a Roma casi por completo se habrían sin duda romanizado al igual que los germanos aunque el proceso hubiera sido mas lento.
Sea como fuere Aetius logró hábilmente tejer una alianza con el único poder militar que quedaba en Occidente los foederati germanos y algunas tribus "aliadas" que junto a los escasísimos restos imperiales y a una leva a la desesperada que hizo en Italia lograron parar en la gran batalla de Chalons sur Marne mas conocida como de los Campos Catalaúnicos al temible Atila.
No quiso acabar con los hunos pues según el maquiavelismo romano pensaba en utilizarlos luego contra los germanos que le habían ayudado porque el problema imperial radicaba en que apenas disponía de fuerza propia.
Pero analizar esta cuestión es muy ardua y compleja.
Personalmente pienso que si hubiera sido Emperador en vez de Valido el Imperio quizás en vez de caer en el 476 hubiera caído en el 520 pero inevitablemente estaba sentenciado
Atila y el Pueblo Huno
Los hunos son un pueblo de pastores nómadas que invadieron la Europa del SE hacia el 370 y crearon un enorme imperio en los ochenta años siguientes. (Los heftalitas que invadieron Irán e India en los siglos V y VI y los hiung-nu que acosaron anteriormente China son a veces identificados como hunos, lo que no es del todo seguro). Quizá sean el pueblo llamado en chino xun (los griegos los llamaron jounoi), quizá parte de los hiung-nu mencionados por las fuentes chinas, de familia turca y escritura rúnica. Cruzaron el Volga después del 350, cayeron sobre los alanos (entre el Volga y el Don), ostrogodos (entre el Don y el Dniéster) y visigodos (Dacia) y forzaron el limes romano del Danubio.
Amiano Marcelino (fl. 395) los describe como pastores sin casas ni reyes, dirigidos por jefes de grupo (primates), aparentemente sin un caudillo general aún en el s. IV. Excelentes jinetes arqueros, veloces y decididos, de táctica impredecible, extendieron el miedo por el Imperio. Pactaron con Roma en contra de los germanos de Europa Central y, hacia el 432, tenían un caudillo principal, Rua o Rugila, a cuya muerte (434) le sucedieron sus sobrinos Bleda y Atila (Átila), corregnantes que pactaron con el Imperio de Oriente en Margus (hoy Pozarevac) la duplicación de los subsidios pagados a Rugila.
Atila o Átila, flagellum Dei, rey de los hunos (434-453) es el Etzel de la leyenda de los Nibelungos y el Atli de las sagas islandesas. Dominadores de un extenso territorio, desde el Báltico a los Alpes hasta cerca del Caspio, habían de recibir de Constantinopla 700 libras de oro anuales (unos 300 k). No se sabe nada concreto sobre Atila entre 435 y 439 ni tampoco que el Imperio le pagase lo prometido. En 441, cuando las tropas romanas estaban actuando en el limes tanto oriental como occidental, atacó fuertemente el Danubio oriental, tomando y saqueando muchas ciudades, incluida Singidunum (Belgrado). Constantinopla logró una tregua para el 442 y trajo tropas del Oeste; pero en 443 Atila volvió a atacar: tomó ciudades en el río y se dirigió al interior hacia Naiso (Nis) y Sérdica (Sofía), que fueron destruidas. Camino de Constantinopla, tomó Filipópolis, derrotó a los romanos en todas las batallas y cercó la capital imperial, que no podía tomar con sus arqueros. Puso rumbo a Galípolis, donde estaban refugiadas las últimas tropas imperiales, y las deshizo. Impuso una paz que incluía el pago de los atrasos y su mora (6.000 libras de oro, unos 1.800 k) y la triplicación del tributo anual (2.100 libras por año, unos 650 k). Hacia 445 mató a su hermano mayor, Bleda, y se convirtió en autócrata. Atacó de nuevo en 447, más al E (Escitia y Mesia) que la vez anterior y derrotó a los romanos en el río Uto (Vid), pero con un alto costo en hombres. Devastó los Balcanes y Grecia hasta las Termópilas y en los años siguientes se mantuvo una especie de hostilidad latente entre Atila y Teodosio II, como narra Prisco de Panio (fragmentos de su Historia), que lo visitó en Valaquia, junto a los embajadores romanos del 449. Se concluyó una paz más onerosa para el Imperio que la del 443: el Imperio había de evacuar una ancha franja suddanubiana y grandes tributos cuya cuantía no precisan las fuentes.
Atila entró en la Galia en 451, aparentemente contra los visigodos del reino de Tolosa, que no mantenían contenciosos con Valentiniano III ni con Aecio, con quien Atila estaba en buenas relaciones. Se sabe que, en 450, Honoria, hermana del emperador, le envió su anillo y la petición de que la librase de un matrimonio al que se la obligaba. Atila reclamó a Honoria como esposa y pidió la Galia como dote. Aecio y Teodorico I pactaron una actuación conjunta. Atila intentó ocupar Aurelianum (Orleans), pero los romano-godos se lo impidieron en el último momento. La batalla se dio en campo abierto, en los Campos Cataláunicos (o, en otras fuentes, Mauriacos), de situación desconocida. Teodorico murió, pero Atila, vencido por primera y única vez, hubo de retirarse.
En 452 Atila pasó a Italia y saqueó Aquilea, Padua, Verona, Brescia, Bérgamo y Milán, sin que Aecio pudiera detenerlo. La hambruna y la peste los sacaron de Italia. El nuevo emperador de Oriente, Marciano, interrumpió el pago de subsidios pactado por Teodosio II y Atila iba a atacarle cuando murió en el viaje, durante el sueño. Quemado en una fastuosa pira con su tesoro personal, quienes dispusieron el funeral fueron muertos para que nadie pudiera localizar la tumba. Le sucedieron sus hijos que, reñidos entre sí, perdieron casi inmediatamente el poder huno.

Prisco, que conoció a Atila en 448-449, lo describe como bajo, robusto, de gran cabeza, ojos hundidos, nariz chata, barba rala y de costumbres austeras. Irritable e irascible, era un tenaz negociador y no tan inmisericorde como se dice. Los hunos poseían oro abundante, por los pillajes, los subsidios romanos y la venta de prisioneros, y el poder económico alteró sus naturaleza política. La monarquía se hizo hereditaria y el rey tuvo carácter autocrático: sus delegados personales se ocupaban del gobierno y las exacciones en especie y moneda sobre los territorios y pueblos sujetos a los hunos. No hubo estructuras complejas y, a la muerte de Atila, las revueltas internas facilitaron la derrota huna (455) frente a una coalición de gépidos, ostrogodos, hérulos y otros pueblos en Panonia (río Nedao, sin identificar) que terminó con los hunos como potencia.
Los hallazgos de los túmulos de Noin-Ula, en Mongolia, son similares en muchos aspectos a los de Pazyryk pero de fecha posterior. Estos enterramientos se atribuyen a una rama de los hsiung-nu (hunos); los hallazgos incluyen una alfombra de lana, decorada con animales luchando, tejidos helenísticos importados y escudillas de laca china, una de las cuales ha sido fechada en el año 2 a.C.
Durante la tercera centuria a. C. los hsiung-nu llegaron a la cima de su poderío en Mongolia. En seguida constituían el principal peligro para los dirigentes de la China septentrional; la Gran Muralla, el más conocido de los monumentos chinos, se construyó pata salvaguardarse de sus ataques; pero al finalizar la dinastía Ch'in (221-206 a. C.), el poder defensivo de China decayó. Al mismo tiempo, la fuerza de los hsiung-nu aumentó bajo el mando de su shanyü (jefe supremo) T'ouman, y alcanzó su mayor poderío bajo el hijo de éste, el gran Mao-tun (209-174 a. C.), que subyugó a las tribus vecinas, los hsien-pi, los khitan y los tunguses, y se convirtió en el emperador de las estepas.
Hacia el siglo IV d. C. el imperio nómada de los hsiung-nu en Mongolia se hallaba dividido desde hacia mucho tiempo en dos partes, la septentrional y la meridional. Ambos grupos habían tenido una historia turbulenta y en el año 311 d. C. los hsiung-nu de la zona meridional habían conquistado y quemado la capital de la China septentrional, Lo-yang. Esta era la ciudad famosa entre los romanos con el rombre de Sera Metrópolis, el lugar donde finalizaba la ruta terrestre de la seda. Las tensiones que como resultado se produjeron hacia el este, a lo largo de la ruta de la seda, quedaron reflejadas en las antiguas cartas sogdianas. Posteriormente los hsiung-nu meridionales establecieron una dinastía en Lo-yang que perduró hasta que pereció a manos de un renegado de su misma raza en el año 350 d. C.
Simultáneamente el grupo septentrional de ese mismo pueblo había sido empujado desde las cercanías del lago Baikal hacia el Oeste por el poderío creciente de sus rivales, los hsienpi. Durante rnás de un siglo sus movimientos, aparentemente hacia el norte de la cadena montañosa de Tian Chan, pasaron desapercibidos para los historiadores de las principales civilizaciones. Finalmente, sin embargo, aparecieron en las estepas del Jaxartes hacia el norte de la Sogdiana. Desde el año 350 d. C. en adelante varios grupos de estos hsiung-nu invadieron las provincias orientales del imperio sasánida, donde fueron conocidos con el nombre de chionitas; posteriormente otros grupos de este mismo pueblo, que serían llamados hunos por los europeos, aparecieron entre los alanos y los godos en las llanuras del sur de Rusia, al este del Volga.
El año 350 d. C., mientras Shapur II de Irán (309-379 d. C.) se hallaba sitiando la fortaleza de Nisibis en la Mesopotamia romana, le llegaron noticias alarmantes de que unos invasores nómadas estaban atacando las fronteras orientales de su imperio; rápidamente levantó el cerco y marchó hacia la zona amenazada. Recientemente se ha puesto en duda el hecho de que éste fuera el motivo por el que Seleuco (Slwky), el juez sasánida de Kabul, hiciera su viaje a la corte del rey sasánida. Pero al parecer fue hacia estas fechas cuando Shapur II estableció su cuartel general en la ciudad que ahora se llama Nishapur, "la gran hazaña de Shapur", designación con la que se conmemoran estos acontecimientos. Durante casi diez años Shapur II se vio obligado a continuar la guerra contra los chionitas para poder mantener estable su frontera oriental. Por fin consiguió realizar su propósito y cuando en el año 360 volvió a emprender la guerra contra los romanos llevaba consigo como aliadas a fuerzas chionitas bajo el mando de su rey Grumbates. Pero a largo plazo sus esfuerzos fueron en vano, pues, según indican de manera suficientemente clara los testimonios, unas pocas décadas después las antiguas provincias kusanas ya no estaban bajo el control de los gobernantes sasánidas, sino que habían pasado al de los jefes de esos nuevos invasores procedentes de las estepas. Un nuevo poder había surgido en Irán oriental, el de los chionitas y sus sucesores, los kidaritas y los hephthalitas (o ephthalitas).
Así pues, se cree que los primeros hunos que aparecieron en Jorezm (uros veinticinco años antes de que llegaran a Europa) fueron los chionitas mencionados por Ammianus Marcellinus". El rombre de este pueblo está formado, al parecer, por el vocablo del persa central xiyon, "huno", y la terminación tribal griega. Sin embargo, Henning consideró que la terminación del nombre ephthalitas era una forma plural del sogdiano. Después de que los chionitas se aliaron a Shapur II, se unieron también a la campaña que éste emprendió contra los romanos en Mesopotamia; en esta campaña, durante el sitio de Amida (Diyarbakr), murió en combate el hijo de Grumbates, rey de los chionitas. Ammianus Marcellinus describe cómo el cuerpo del príncipe fue quemado, suceso de cierta importancia puesto que el ejército sasínida al que acomp2ñaban los chionitas profesaba la doctrina de Zoroastro y para esta religión la cremación era motivo de anatema. Sin embargo, estos detalles se corresponden con los datos que se han obtenido en los estudios arqueológicos de los hunos europeos; testimonios similares se han hallado en el valle de Bishkent, en Tadjikistán, y también en el Ch ou sbu se atribuyen las mismas costumbres al pueblo que durante este mismo periodo habitaba en Qarashahr y que quizá estaba también relacionado con los chionitas.
Poco tiempo después tenemos noticias del jefe huno Kidara que sería la figura predominante entre las tribus de la Bactriana durante las últimas décadas del siglo IV. Sus monedas (pues es a él a quien mejor deben atribuirse) se encontraron junto a las de Shapur II (309-379), Ardashir II (379-383) y Shapur III (383-388) en el tesoro de Tepe Maranjan, cerca de Kabul. Sin duda su reinado coincidió con el de estos tres gobernantes sasínidas y quizá continuó después de ellos. Priscus, el escritor griego que hizo la historia de los hunos, habla a veces de los "hunos kidaritas", lo cual parece una razón suficiente para aceptar que los seguidores de Kidara eran verdaderamente hunos y no, como algunos historiadores sostienen, kusanas, a pesar del hecho de que Kidara continuó poniendo en sus monedas el antiguo título territorial de kushanshah, "rey de los kusanas", que también había sido usado por sus predecesores sasánidas. Es cierto que el uso de la expresión "hunos kidaritas" por Priscus refiriéndose al siglo v d. C. puede, por el contrario, introducir un elemento anacrónico, pues en ese tiempo había aparecido en escena una nueva horda. Parece que al final de la vida de Kidara y durante el reinado de su hijo (que debió, según indican las monedas, tener el mismo nombre y sería por tanto Kidara II), una nueva oleada de invasores hunos, los hephthalitas, penetró en la Bactriana y obligó a los kidaritas a desplazarse hacia el Punjab. En esta región el nombre de Kidara se ha encontrado en muchas monedas de oro de las que no se conocen con seguridad ni la ceca ni la atribución.
Según Ghirshrnan, los chionitas (término en el que él incluye a los kidaritas) no eran un pueble distinto de los hephthalitas que de manera importante intervinieron en la historia de la quinta centuria d. C. Pero en el anterior párrafo se ha seguido la opinión de los sinólogos McGovern y Enolki. Estos autores sostienen que los hephthalitas eran recién llegados, que bajaron a la Bactriana al principio del siglo V y desplazaron a los kidaritas hacia el sur. De manera que cualquiera de los dos grupos pudo ser el invasor oriental que Bahram IV tuvo que rechazar del Irán el año 427. Pero de cualquier manera esta invasión fue probablemente el resultado de las tensiones surgidas por la aparición de los hephthalitas. A éstos específicamente fue a los que el príncipe sasánida Firuz I recurrió en el año 457 para que le ayudaran a obtener el trono de Irán, entonces ocupado por su hermano Hormizd III. Más tarde Firuz atacó a sus aliados hephthalitas, pero fue derrotado y capturado por el rey de éstos, llamado Akhsunwar según al-Tabari o Khushnavaz según Firdausi. En esta ocasión Firuz obtuvo la libertad dejando a su hijo Qubad como rehén; después logró rescatarle y volvió a atacar, pero dirigió la carga de su caballería hacia un dique oculto y pereció con todos sus hombres. Teniendo en cuenta la anterior alusión a las costumbres funerales de los chionitas, es interesante el hecho de que, según al-Tabari, - Khushnavaz enterró los cuerpos de los persas en túmulos.
En lo que se refiere a sus prácticas funerarias y a la derrota que los hephthalitas infringieron a Firuz, la descripción clásica es la de Procopio, el cual dice que, aunque eran hunos de nombre y de raza, no vivían como nómadas, que eran de complexión normal y de rasgos regulares y que practicaban la inhumación, enterrando con cada uno de sus jefes a un buen número (que a veces llegaba hasta veinte) de sus compañeros. Por tanto, en este aspecto encontramos las prácticas de los hepthalitas en contraste con la cremación practicada por los chionitas.
En el año 488 o en el 489 el rey sasánida Qubad, que había vivido durante su juventud como rehén entre los hephthalitas, consiguió su restauración en el trono persa con la ayuda de este mismo pueblo. A pesar de ello, la tribu continuó siendo una amenaza para la seguridad de Irán. El siguiente emperador sasánida, Khosrau Anoshirvan (531:579),construyó fortificaciones para defenderse de sus ataques en la llanura de Gurgan y cuando aparecieron los turcos llegó a aliarse con el khan turco, llamado en las fuentes occidentales Sinjibu o Silzibul, para derrotarlos. Finalmente los hephthalitas fueron derrotados en una cruenta batalla un poco después del año 557, se dispersaron y sus tierras fueron divididas en dos partes a las que separaba el Oxus; los sasánidas se quedaron con la parte meridional y los turcos con todas las tierras al norte del Oxus.
Durante la última parte del predominio hephthalita en la Bactriana, en el siglo v y principios del VI, las fuentes indias recogen una serie de incursiones en el Punjab y en la India occidental realizadas por un pueblo denominado Huna, el cual, evidentemente, era huno, pero no está claro a qué rama de este pueblo pertenecían los hunos. El grupo más destacado en estas incursiones parece que fue el de los zabulitas. Ya en el año 458 el príncipe gupta Skandagupta tuvo que resistir los ataques de invasores que al parecer eran hunas. Durante su vida fueron mantenidos a raya, pero al final del siglo el imperio gupta estaba en descomposición y hacia el año 510 el jefe huna Toramana había establecido su dominio sobre tina gran parte de la India. Su hijo y sucesor fue el notable Mihirakula, el cual, después de tener bajo su dominio una gran parte del Punjab hacia el año 525,fue rechazado de las llanuras indias, pero continuó en Cachemira. Se cuenta de Mihirakula que se divertía haciendo rodar elefantes por los precipicios de Cachemira porque le gustaba oír los chillidos que proferían al chocar contra las rocas. Toramana y Mihirakula fueron sucedidos por otros reyes hunos, entre los que se encuentran Lakhana y Khigila, cuyos reinados tuvieron lugar en la segunda mitad del siglo VI, pero de los cuales no se conocen las fechas exactas. Debieron reinar en Kabul o en Gardiz, y el reinado de Khingila debió durar al menos ocho años, según se ha podido comprobar en una inscripción descubierta recientemente.
El lenguaje de los hunos asiáticos, igual que el de sus parientes europeos, es enteramente desconocido, a no ser que sobreviva en el dialecto turco khalji, del que Minorsky hizo un estudio. Para explicar las afinidades lingúísticas y étnicas de este pueblo ha habido dos principales hipótesis. Sin embargo, una de ellas, la "iraní", que era defendida por Ghirhsman y por Enoki y que estaba principalmente basada en las leyendas griegas de las monedas, ha quedado muy desacreditada al descubrirse que en realidad las leyendas estaban escritas en el, dialecto iraní oriental local de la Bactriana. Esta conclusión ha sido confirmada por el descubrimiento de la inscripción bactriana de Surkh Kotal. No hay ninguna duda de que este lenguaje iraní oriental fue utilizado ocasionalmente por grupos hunos con fines adrninistrativos; pero, por ahora, queda en pie la hipótesis "turca" de Minorsky acerca del verdadero lenguaje de los hunos. No obstante, causa perplejidad la afirmación del Cbou shu de que los hephthalitas practicaban la poliandría, lo cual sin duda irla en contra de la teoría de que su origen era indoeuropeo, ya que ello indica que en este sentido tenían más afinidad con los tibetanos que con los turcos. El equipo militar de los hunos orientales (en este caso, aparentemente, r de los kidaritas), representado en un disco de plata que se encuentra en el British Museum, tiene también cierta importancia respecto a la cuestión de su origen racial. El equipo incluye una espada recta que se manejaba con las dos manos y un arco compuesto, pero no usaban estribos. Lo primero y lo último les diferencia claramente de sus sucesores, los ávaros, que tenían como equipe característico la espada curva y el estribo y a los que se considera de origen mongol. Minorsky creía que tanto los khalaj de Irán, que hablaban turco, como los ghilzai de Afganistán, que hablaban pashtu (que parecen ser los mismos pueblos que en las fuentes medievales son llamados khaljis) eran descendientes de los hephthalitas. Opinión que parece paradójica a simple vista, pero que está basada en varios testimonios que indican que en la zona de Afganistán actualmente ocupada por los ghilzais debió estar establecido desde tiempos muy antiguos un pueblo que hablara turco. Y muy bien pudo haber ocurrido que un grupo turco, emparentado con el lthalaj de Irán y que se llamara del mismo modo, predominara en algun momento entre los hephthalitas de esta zona. Posteriormente debió ser absorbido por las más numerosas tribus de habla pashtu originarias del este de Irán, pero legaron el nombre de khalij a la amalgama tribal resultante. Por otra parte, no hay ningún ejemplo en Afganistán de una tribu invasora que haya perdido su propia lengua y adoptado la del pueblo que formaba el sustrato previo. Los hazaras mongoles de Afganistán central actualmente son casi por completo de habla persa, aunque conocen su propio origen mongol. La teoría de Minorsky es, por tanto, muy sugestiva, aunque hay que admitir, sin embargo, que las pruebas acerca de las afinidades raciales y lingüísticas de los hephthalitas son extremadamente fragmentarias y, en consecuencia, de ninguna manera se las puede considerar concluyentes.
.
b) La guerra en el exterior: Hsiung-nu, Asia central
Los hunos de Asia oriental (Hsiung-nu) seguían siendo el enemigo exterior más peligroso del imperio Han. Aún hoy se sigue discutiendo si serían aquellos los hunos que aparecieron en Europa capitaneados por Atila, en el siglo IV d. C., o si, por el contrario, los Hsiung-nu nada tienen que ver con éstos, y al parecer tampoco se sabe con certeza el tronco lingüístico al que pertenecen. Los investigaciones más recientes no parecen demostrar, corno se creía, un posible parentesco entre palabras de los Hsiung-nu mencionadas en las fuentes chinas y las lenguas turcas, sino que sugieren más bien relaciones con las lenguas siberianas (keto, samoyedo). No puede aducirse, en cuanto a la cuestión de su identificación, el hecho de que los Hsiung-nu fueran pastores y jinetes nómadas. El tipo de economía de los nómadas esteparios no ha estado en relación con grupos de pueblos determinados. Tampoco puede recurrirse a los títulos de Hsiung-nu qué la tradición nos ha transmitido. Los títulos de soberanos pertenecen al repertorio de elementos culturales y lingüísticos que pasan de un pueblo a otro. Finalmente, la mezcla de pueblos fue común a todos los reinos esteparios que aparecen en la historia eurasiática. Las federaciones que se formaron en la estepa comprendían diversos pueblos, del mismo modo que se encontraban germanos y godos entre los seguidores de los hunos de Atila y bajo la soberanía de éstos. Y de los <mongoles> de Gengis Khan, seguramente sólo una parte eran auténticamente de lengua y origen mongol. En los reinos esteparios todo se asimila a la lengua y nacionalidad del clan dirigente; éste es el que da a la federación su nombre, y muchas veces también su lengua común.
Hay un perfecto paralelismo entre el ascenso de los Hsiung-nu, hasta convertirse en un adversario peligroso para China, y la creación de imperio unificado chino, y este paralelismo no sólo se da en el desarrollo, sino también en el tiempo (finales del siglo III a. C.). Apenas pueden abrigarse dudas respecto a que la fundación de un imperio por parte de los sedentarios chinos haya estimulado e influido a sus vecinos nómadas. Contribuyó no poco a ello el hecho de que huyeran con los hunos los renegados chinos -al igual que se encontraban también romanos y griegos en la corte de Atila-, a menudo fugitivos políticos, pero igualmente osados aventureros y chinos que prefirieron la vida libre de la estepa. De este modo, las influencias chinas se hicieron sentir desde época temprana entre los Hsiung-nu. Las primeras informaciones realmente detalladas que se tienen sobre enfrentamientos entre China y nómadas de la estepa son precisamente aquellas que hacen alusión a las luchas de los Hsiung-nu y los chinos, y de ellas se desprende que el Estado chino tuvo que defenderse de sus vecinos noroccidentales hasta entrado el siglo XVII d. C. Es ésta una de las constantes de la historia de China. Se ha querido ver, no sin razón, la relación entre sedentarios y nómadas como inserta en un contexto condicionado por factores económicos. Los nómadas dependían del trigo corno complemento de su precaria base alimenticia, y por esta razón realizaban también precarios cultivos. Permaneció la vecindad pacífica mientras duró en la frontera china el intercambio de los cereales necesarios por pieles, cueros y caballos. Pero en tiempos de malas cosechas y epidemias de ganado y en ciertos casos, cuando la propia China no estaba en condiciones de exportar cereales por motivos climatológicos o como consecuencia de disturbios internos, la situación de los nómadas se tornaba grave y éstos emprendían ataques a fin de salir de semejante situación; se trataba de apoderarse por medios violentos de lo que les brindaba, en otras circunstancias, el intercambio comercial. Así se puso en marcha una reacción en cadena que fue motivo de preocupación, con bastante frecuencia, para los gobiernos chinos.
Bajo el Khan Mao-tun, la federación de los Hsiung-nu alcanzó uno de los momentos de mayor esplendor. El emperador Wen, de la dinastía Han, intentó comprar la paz de las fronteras entregando cereales y seda a los Hsiung-nu y siguiendo una política defensiva. Se celebraron toda una serie de acuerdos que en algunos casos incluyeron también matrimonios entre princesas chinas y soberanos Hsiung-nu. Estas mujeres chinas, trasladadas a la fuerza a las tiendas de los Hsiung-nu, se convirtieron en portadoras de influencias culturales chinas. Parece haber sido tal la cantidad de seda entregada que los Hsiung-nu pudieron enviar el remanente, en venta gananciosa, a la parte occidental de Asia. Así, el comercio llevado a cabo por la "ruta de la seda" no surgió tanto por la iniciativa de comerciantes privados chinos cuanto por los "tributos" rendidos por China en el marco de los acuerdos. Bajo el gobierno del emperador Wu se pasó de una política defensiva a una ofensiva. Este soberano envió diversas expediciones a la estepa a partir del año 133 a. C. para librar una batalla decisiva contra los Hsiung-nu en sus campos de pastoreo. Sólo una de estas expediciones pudo alcanzar el objetivo estratégico. Alrededor del año 127 a. C. se encontraba en manos chinas el territorio Ordos, es decir, la comarca cuadrangular situada en el curso superior del Huangho. Los repetidos avances que tuvieron lugar desde este punto sobre la estepa sirvieron rnás que nada para intranquilizar a los Hsiung-nu, pues Wu y sus generales no tenían intención de establecerse definitivamente en las extensiones de Mongolia. La cuenca del Tarim representaba un objetivo más importante para atacar. Los estados situados en los oasis, cuya población era de habla indoeuropea, habían caído bajo el dominio de los Hsiung-nu; se trataba de un país de importancia debido a las rutas de caravanas hacia Occidente que por allí pasaban y el control comercial que esta situación les confería, pero asimismo por la explotación de jade que brindaba. En el año 121 el general Ho Ch'ü-ping avanzó hacia el Noroeste y conquistó el "corredor" de Kansu, dentro del cual Chü-yen se convirtió en un importante asentamiento comercial y militar chino. Las excavaciones que se efectuaron allí descubrieron gran cantidad de documentos chinos escritos en madera y bambú, que permiten reconstruir la vida cotidiana de una guarnición china fronteriza, y no sólo esto, sino que también brindaron una imagen del "limes" chino, una cadena de minuciosas fortificaciones, construida para hacer frente a los ataques de los nómadas.
La emigración de los Yüeh-chih de Kansu, por presión de los Hsiung, data aproximadamente del año 180. Alcanzaron el territorio de la Bactriana griega, estableciéndose allí. La corte china envió al oficial Chan Ch'ien, al frente de una especie de destacamento-espía, con el fin de establecer contacto con los Yüeh-chih y exhortarlos a formar una alianza. Este objetivo diplomático-militar no se habla logrado aún cuando Chan Ch'ien reapareció en la capital, en el año 126 a. C., tras realizar un viaje lleno de aventuras a través de Asia. Pero informó sobre un mundo hasta entonces desconocido para los chinos, el del Irán helenizado. El Ta-yüan de las tierras occidentales corresponde al paisaje de Fergana y posiblemente refleje el nombre de los tocarios. De allí obtuvieron los chinos noticias sobre el vino de uva de una población sedentaria y rica; llegaron a China plantas de cultivo procedentes de Asia sudoccidental: alfalfa, importante como forraje para los caballos, y también caballos. Según investigaciones recientes, es probable que la importación a China de caballos procedentes de Asia sudoccidental no se debiera solamente a intereses mercantiles, sino que existieron también razones religiosas. Las expediciones enviadas a Sógdiana por el emperador Wu, en los años 104 y 101 a. C., debieron estar motivadas por la superstición del emperador, quien vela en los "celestes caballos" de Occidente un medio para obtener la inmortalidad; actitud ésta que concuerda con lo que se sabe sobre la personalidad del emperador, curiosa mezcla de pragmatismo y superstición. Estas expediciones militares de los chinos colocaron la cuenca del Tarim bajo soberanía china y debilitaron el poder de los Hsiung-nu. En el siglo I a. C. el imperio Hsiung-nu fue descomponiéndose gradualmente; en el año 53 el soberano del grupo meridional se sometió a los chinos, y un nuevo avance de éstos hacia Asia occidental infligió una nueva derrota en Sogdiana a las fuerzas Hsiung-nu que quedaban en pie. Así, aproximadamente desde mediado del siglo I, la cuenca del Tarim se encontraba bajo administración militar china; una amplia red de guarniciones garantizaba la posición adquirida por los chinos, sin que por ello desaparecieran los pequeños reinos autóctonos.
El curso posterior de la historia muestra que no siempre pudo mantenerse la preponderancia en Asia central, conquistada en las luchas que se desarrollaron bajo Wu y sus sucesores. Pero con ello el imperialismo chino conoció el camino de Occidente. Las fronteras actuales del estado chino en Asia central, marcadas por la provincia de Sinkiang, corresponden en lo fundamental a las conquistas realizadas ya bajo los Han. Las influencias y bienes culturales procedentes del territorio iraní llegados a China por esta vía revistieron gran importancia para la civilización de China. Por las rutas de la seda llegó también a China, a partir del siglo 1 d. C., el budismo, y con él una gran cantidad de nuevos elementos que vendrían a enriquecer la civilización china.

a) Conquistas
La guerra civil se había librado principalmente en el norte y en el centro de China. Así es como se reforzó el movi-miento migratorio hacia el Sur, iniciado ya con las inundaciones. Los colonos se trasladaron hasta el corazón de Yünnan, Annam y Tongking, territorios que hablan sido ligados mas estrechamente al imperio por el general Ma Yüan al ser enviado éste en el año 42 d. C. a Tongking, donde dos años antes habla estallado una rebelión que fue entonces sofocada. Con todo, la soberanía china sobre estos territorios debió haber sido seguramente nominal.
No obstante, la emigración de las regiones septentrionales y del Noroeste se debía también a otras razones. Durante la guerra civil diversos pueblos extranjeros habían irrumpido nuevamente o se hablan instalado en estas zonas. Aunque en el año 48 d.C. se produjo una división entre los Hsiung-nu y se quebró su confederación, ello no redundó únicamente en beneficio de los chinos. Diecinueve tribus de los llamados Hsiung-nu del Sur se pusieron bajo la protección de los Han, pues se encontraban acosados por los Hsien-pi y los Wu-huan. Por un lado fue grata su llegada, pues se esperaba poder utilizarlos en Shansi y en el arco del Huangho para afianzar las fronteras, como se esperaba de las tribus tibetanas toleradas entre el Huangho y el Kuku Nor; pero por otro lado, estos Hsiung-nu y tibetanos crearon muchos problemas a sus vecinos chinos con sus saqueos e incursiones. Por otra parte, entre el año 60 y 70 d. C., las secciones de los Hsiung.nu que se habían retirado hacia el Norte volvieron a hacer sentir su presencia y lograron cierta influencia en Turkestán, donde los estados tributarios de China, excepto el rey de Yarkend, rompieron sus vínculos con el imperio Han. En el año 73 se puso en marcha una primera campaña dirigida por Tou Ku. El clan Tou, que estaba emparentado con la casa imperial, se contaba entre los más fervientes partidarios de una política ofensiva con respecto a Asia central, política que fue luego puesta en práctica bajo los emperadores Chang (76-88) y Ho (89-105). Tou Hsien y Pan Ch'ao derrotaron a los Hsiung-nu del Norte en varias batallas, siendo el segundo quien más avanzó, llegando en el año 94 hasta el extremo occidental de la cuenca del Tarim. Pero el protectorado chino no duró mucho; en el año 107 se retiraron ya las guarniciones del exterior. Económicamente el imperio no se encontraba en condiciones de mantener durante mucho tiempo su presencia militar en estos gigantescos territorios; hubo que conformarse con que las comunicaciones por tierra con Asia sudoccidental no se cortasen totalmente. Por otra parte, alrededor del año 107 se desencadenaron una serie de disturbios entre los tibetanos asentados en la parte oriental de Kansu, recrudeciéndose una y otra vez durante una década e impidiendo temporalmente que el gobierno central pudiera controlar la región del Noroeste. Todo este proceso fue una de las causas de que el contacto y el comercio con el lejano Occidente se realzase cada vez con más frecuencia por vía marítima.
Aún había esperanzas, pues, de que Roma pudiese resistir el choque de las invasiones, de que los invasores pudiesen ser asimilados y convertidos en romanos, y de que los emperadores pudiesen gobernar como antes. La gran barrera era la religión. Los germanos eran arrianos, y para la población romana, que era católica en su abrumadora mayoría, esto era peor que el hecho de que fuesen germanos.
Pero aun esta situación podía haberse suavizado. Si pudiera detenerse la historia en un punto, podría absorberse casi todo cambio.
Pero la historia no se detendría. Roma se estaba desmembrando, y penetraban en ella nuevos grupos de invasores toscos y bárbaros más rápidamente que lo que podía ser romanizado un grupo de ellos. Estas nuevas oleadas podían haberse aplacado por sí solas, pero en realidad eran impelidas, pues los hunos estaban nuevamente en marcha.
Después de su conquista de los territorios ostrogodos y visigodos medio siglo antes, los hunos habían permanecido en calma. Pero en 433 un gobernante llamado Atila llegó al trono. Astuto, ambicioso y en modo alguno sólo un bárbaro, embarcó otra vez a los hunos en una agresiva política de expansión. Durante la mayor parte de su reinado, dirigió sus ataques hacia el Sur, a través del Danubio, y esparció la ruina y los saqueos por las provincias del Imperio de Oriente, obteniendo grandes ganancias como botín y tributos.
Luego se dirigió al Oeste por diversas razones. El Imperio Oriental estaba ansioso de sobornarlo para que se alejase, como antaño había sobornado a Alarico, una generación antes. Además, el Imperio de Oriente ofrecía una resistencia desesperada, y Atila pensó con razón que el Imperio Occidental, más débil y en un estado más avanzado de desintegración, sería una presa mucho más fácil.
Llevó su ejército al Oeste a través de Germania, obligando a algunas de las tribus a cruzar el Rin en huida. Entre ellas se contaban los burgundios, que habían habitado a lo largo del Rin central y ahora se lanzaron al sudoeste de la Galia, ocupando la región que rodea al lago de Ginebra. Más al norte, los francos cruzaron el Rin inferior y penetraron en el norte de Francia.
En 451, los hunos cruzaron el Rin, y por primera y única vez en la historia, guerreros altaicos estuvieron al oeste de este río. (Europa volvería a temblar ante invasiones de otros guerreros asiáticos, entre ellos, mongoles y turcos, pero ninguno llegaría tan al Oeste.) En ese momento, los dominios hunos llegaron a su máxima extensión, pues cubrían una franja de tierra, a través de Europa central y oriental, que tenía cuatro mil kilómetros de largo.
El Emperador de Occidente era por entonces Valentiniano III, y el general principal era Flavio Aecio, hombre capaz que había estado mucho tiempo entre los visigodos y entre los hunos.
Aecio había ejercido el gobierno imperial en la Galia durante años, enfrentando a un grupo de bárbaros contra otro, para que ninguno llegase a ser demasiado fuerte. También se entregó a rencorosas intrigas contra otros generales imperiales, y es difícil saber si hizo más bien que mal a Roma a largo plazo, pues nunca pareció vacilar en dar prioridad a su provecho personal antes que al del gobierno.
Por ejemplo, fue su rivalidad con otro general lo que llevó a la creación del Reino Vándalo en el norte de Africa y a la pérdida, para Roma, de una importante fuente de cereales.
Aecio había combatido contra los visigodos y no había vacilado en emplear tropas hunas siempre que quisieron luchar de su parte. Pero ahora los hunos eran el principal enemigo, y Aecio dio media vuelta. Se alió con su viejo enemigo, el anciano Teodorico I, rey de los visigodos, y, junto con otras tribus germánicas entre las que figuraban los francos y los burgundios, se volvió contra los hunos.
El ejército de Atila tampoco era exclusivamente huno. Tenía muchos aliados germánicos y un fuerte contingente ostrogodo, pues éstos se hallaban bajo la dominación de los hunos desde hacía ochenta años.
Atila trató de dividir a las fuerzas que se les enfrentaban anunciando que no había ido a luchar contra el Imperio, sino sólo contra los visigodos. Conocía bien a Aecio y pensaba que sería fácil que éste se retirara y dejase que los hunos luchasen contra los visigodos. Pero, por una vez, Aecio no jugó sucio y se mantuvo firme.
Antes de que las fuerzas imperiales pudieran alcanzarlo, Atila se había dirigido a las murallas de Aurelianum (la moderna Orleáns) y hasta se había afirmado dentro de la ciudad. Pero cuando llegaron las fuerzas imperiales, se vio obligado a retirarse.
Los ejércitos se encontraron en los Campos Cataláunicos (la principal ciudad de esta región es Chalons), a unos 190 kilómetros al noroeste de Orleáns. No fue tanto una batalla de romanos contra hunos como de godos contra godos.
Aecio colocó sus propias tropas a la izquierda del frente y a los visigodos a la derecha. Los aliados más débiles fueron apostados en el centro, por donde -según esperaba Aecio- Atila (que siempre se colocaba en el centro de su línea) lanzaría el ataque principal. Así ocurrió. Los hunos atacaron por el centro y penetraron en las líneas enemigas, mientras los extremos de las lineas de Aecio se cerraron sobre ellos y los rodearon. Cuando la batalla terminó, las fuerzas imperiales habían vencido claramente.
Si la victoria hubiese sido aprovechada adecuadamente, los hunos podían haber sido exterminados y Atila muerto. Pero Aecio, el intrigante, pensó que su principal preocupación debía ser impedir que sus aliados se hiciesen demasiado fuertes. Teodorico, el viejo rey visigodo, había muerto en la batalla, y Aecio urgió al hijo y heredero del monarca, Torismundo, a que retornase rápidamente a Tolosa para asegurarse la sucesión. Los visigodos fueron retirados apresuradamente del lugar de la batalla, con lo cual perdieron la oportunidad de expandir su reino gracias a la victoria.
Este fracaso de la expansión visigoda convenía a Aecio, por supuesto. También estaba seguro de que una guerra civil mantendría ocupadas las energías de los visigodos, y tenía razón. Torismundo subió al trono, pero al año fue muerto por su hermano menor, quien entonces reinó con el nombre de Teodorico II.
Aunque Aecio había logrado una ventaja, perdió los beneficios a corto plazo. Sin sus aliados visigodos, Aecio no tenía fuerzas suficientes para perseguir a los hunos. El resultado de la batalla de los Campos Cataláunicos fue expulsar a Atila de la Galia, pero a causa totalmente de las maquinaciones de Aecio, no terminó con la amenaza de los hunos, como fácilmente podía haber sucedido.
Atila pudo reorganizar su ejército y tomar aliento. En 452, invadió Italia. Puso sitio a Aquileya, ciudad del extremo septentrional del mar Adriático, y después de tres meses la tomó y la destruyó. Algunos de los habitantes, huyendo de la devastación, buscaron refugio en las lagunas pantanosas del oeste. Éste, según la tradición, fue el núcleo inicial de lo que más tarde sería la famosa ciudad de Venecia.
Italia estaba postrada ante Atila, como cuarenta años antes lo había estado ante Alarico. Los hunos podían haber tomado Roma como los visigodos, pero a último momento se retiraron. Algunos dicen que la causa fue el temor supersticioso de Atila ante la aureola de Roma y del papa León I, quien fue a su encuentro con todos los ornamentos papales para pedirle que no destruyese a Roma. Otros, menos románticos, dicen que se retiró gracias a un considerable presente en oro que el papa León I llevó consigo.
Sea como fuere, Atila abandonó Italia. Al volver a su campamento bárbaro, en 453, se casó nuevamente, añadiendo otra esposa a su numeroso harén. Participó en una gran fiesta y luego se retiró a su tienda, donde murió durante la noche, al parecer de un ataque, causado quizá por los excesos de la celebración.
Su Reino quedó dividido entre sus muchos hijos y se derrumbó casi inmediatamente bajo el impacto de una revuelta germánica, que estalló tan pronto como se difundió la noticia de la muerte de Atila. La dominación huna llegó a su fin y los hunos desaparecieron de la historia

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Estimado cibernauta por medio de la presente le agradezco por sus visita y comentarios a mi blog